Silvio Illanes, oriundo de Huarina, tenía unos seis años, como dice él, cuando en 1985 la selección nacional llegó por vez primera a orillas del Lago Titicaca a desarrollar sus entrenamientos. Hoy tuvo la satisfacción de regresar al lugar y ver de nuevo en su tierra a la Verde.
En aquella época, la expectativa era grande por ver a las figuras del fútbol boliviano. “Yo era niño cuando llegó la anterior selección y todavía conservo fotografías con las figuras de ese tiempo. Había dos canchas, una era precisamente aquí, donde Always Ready construye su Centro de Alto Rendimiento; la otra era en el pueblo de Huarina”.
Se acuerda de los jugadores que estuvieron aquella vez. “Estuvo Erwin Romero, la nata del fútbol y lo tuvimos en Huarina. También vinieron Hebert Hoyos, el arquero titular, Marco Barrero y otros destacados jugadores del país. Todos estábamos emocionados. Los chicos veíamos todos los entrenamientos”.
En 1985 una preselección comandada por el argentino Carlos “Chamaco” Rodríguez trabajó en el lugar preparando su participación en las eliminatorias para el Mundial México 1986. Cuerpo técnico y jugadores estuvieron tres semanas en enero y después tres días en abril, antes de ser disuelto ese plantel porque la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) decidió cambiar de entrenador con la designación de Raúl Pino, además de trasladar de La Paz a Santa Cruz la sede de las eliminatorias.
Illanes espera que la selección actual gane el jueves a Venezuela y después le “arranque puntos” a Chile en su visita. Pero también expresa cierta desconfianza: “creo que la calidad de nuestro fútbol ha bajado, pero nos podemos recuperar. Como bolivianos siempre queremos que gane nuestra selección”.
Acompañado de un amigo y el hijo de éste, el martes siguió de cerca la última sesión de la selección y a Marcelo Martins, el goleador histórico de la Verde. Lo hizo desde una pequeña cerranía con una vista privilegiada, aunque un poco alejada de los protagonistas.