Con la soberbia que le caracterizó en sus últimos años como dirigente del fútbol, el expresidente de Bolívar Guido Loayza lanzó una frase entre irrespetuosa y ofensiva: “El hincha no sabe de fútbol”. Concluyente y también hiriente.
Loayza aceptó una entrevista de la Red Uno para referirse a la situación por la que atraviesa Bolívar y concretamente a la molestia de un puñado de aficionados que opina que Beñat San José no debería seguir siendo el DT celeste.
Salió al paso con una verdad a medias que para él es absoluta, además utilizando un tono de excesiva superioridad desde su pasado dirigencial. El hincha, y en realidad nadie, nunca va a merecer ese trato distante y despreciativo. Buena o mala, su opinión tiene que ser respetada, no necesariamente compartida.
Hinchas hay, los que saben y los que no. En ningún caso generalizar está bien y Loayza lo hizo. Es como si alguien se animara a decir que todos los dirigentes saben por el hecho de ser dirigentes cuando, en realidad, también hay los que no y, redundando en el término, Loayza bien que lo sabe.
Con esa frase acuñada que ha recorrido como reguero de pólvora por las redes sociales, Loayza, además, está negando parte de una historia de la que muchas veces dijo sentirse orgulloso. Olvida que invitó a un hincha con plata para que salve a Bolívar de su cuasi desaparición. Marcelo Claure no era dirigente ni mucho menos, era un bolivarista más, un hincha. El mismo empresario, que hoy es el presidente, se ha encargado de reconocer y agradecer el haber aprendido de don Guido el camino dirigencial.
Está bien si Loayza, cuando era dirigente, no hacía caso, como aseguró, de lo que opinaban los hinchas (“yo hacía todo lo contrario”). Hay dudas razonables para creer que no siempre fue así, pero era su derecho; sin embargo, ello no le habilita a menospreciar, como acaba de hacerlo, lo que ellos piensan y lo expresan.
No hay fútbol sin hinchas. Son los que sufren y se alegran, los que apoyan, los que a veces son capaces de ganar partidos con su aliento. Son los que saben y hay que reconocer que es así, los que creen saber y los que no saben nada. Así son ellos. El que desconoce ese su valor no sabe nada de fútbol.