A partir de 2024, un jugador naturalizado deberá tener cinco años continuos de residencia en el país para poder jugar como boliviano de origen, según aprobó el Congreso Extraordinario de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), reunido este domingo en La Paz.
De esa manera, ya no será suficiente solo con cumplir lo que manda la Constitución Política del Estado (CPE), que exige más de tres años de residencia ininterrumpida o de dos si el extranjero es casado con una ciudadana boliviana para otorgarle la ciudadanía.
La FBF decidió igualar su norma a la de la FIFA, que exige que para que un jugador naturalizado sea elegible para ser convocado a la selección del país que lo ha adoptado, debe tener al menos cinco años continuos de residencia.
Hasta la temporada 2023 que está por terminar, un jugador que se naturalizaba boliviano podía lograr la tarjeta de futbolista nacional de inmediato y, a partir de ahí, dejaba de ocupar la plaza de extranjero.
La norma de la FBF establece que cada club tiene derecho a utilizar un máximo de cuatro jugadores extranjeros en cancha y al menos siete bolivianos de origen, sean estos nacidos en el país o naturalizados.
Bolívar se opuso a la nueva norma, por ello se abstuvo a votar a favor lo mismo que Oriente Petrolero y Real Tomayapo, aunque se impuso la mayoría.
El abogado Marco Goytia, presidente del Tribunal Superior de Apelación de la FBF, dijo que la aplicación se dará a partir de 2024 sin carácter de retroactividad, lo que significa que los futbolistas que se naturalizaron hasta 2023 mantendrán su condición de jugadores bolivianos sin importar el tiempo de su estadía en el país.