Texto: Tokio 2020
La vida de Ítalo Ferreira, recién coronado como campeón olímpico —el primero del surf en el debut del deporte en los Juegos— en Tokio 2020, cambió cuando Luiz ‘Pinga’ Campos se cruzó en su camino. El gran cazatalentos del surf brasileño había ido a la región de Natal, en Brasil, para seguir a otra joven promesa y se encontró a Ferreira entrenando en el mar.
“Fui a surfear muy temprano. Llegué a la playa, salí del coche y vi a un niño haciendo un 360 en el aire. Y después otro. La competición empezaba dos días más tarde y pregunté a la gente quién era ese chico. ‘Se llama Ítalo’”, explicó Campos en una entrevista con la World Surf League.
Ferreira nació en 1994 en Baía Formosa, un pequeño pueblo costero situado en la región de Rio Grande do Norte, la zona más oriental de Brasil. Su familia era muy humilde. Su padre era pescador y su madre trabajaba como posadera, así que no tenían suficientes recursos para que Ferreira se dedicara profesionalmente al surf. Él aprendió en las tablas que le prestaban sus primos.
Con su talento y la ayuda de Campos, Ferreira no sólo pudo empezar su carrera profesional, sino que el surf se convirtió en la mejor manera de ayudar a su familia. Desde el principio destacó por su estilo agresivo y su creatividad con las acrobacias, y los resultados empezaron a llegar pronto.
En 2011 consiguió sus dos primeras victorias en el Pro Junior World Championship y con 20 años se clasificó para el World Championship Tour de la World Surf League, que reúne a los mejores surfistas del mundo. En su primera participación, fue elegido mejor novato y terminó en séptima posición.
En 2018 consiguió sus primeras victorias en el World Championship Tour y en 2019 subió a lo más alto del surf: se proclamó campeón del mundo en los ISA World Surfing Games (Juegos Mundiales de Surf) y más tarde campeón del mundo de la World Surf League gracias a un triunfo en la última prueba sobre su compatriota Gabriel Medina.
Ahora Ferreira se ha convertido en el primer campeón olímpico en surf, en la Playa de Surf de Tsurigasaki, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.