Miguel Velarde Tapia fue director de Hoy Deportivo, el primer suplemento deportivo del país en un periódico, que fue creado cuando Cucho Vargas era codirector de Hoy junto con el propietario del medio Alfredo Alexander.
“Mi sentimiento más sincero de pesar por el fallecimiento de Cucho Vargas. También a su familia, soy amigo de sus hijos, y al periodismo boliviano en general, que pierde a uno de sus más grandes valores. Cucho Vargas tuvo una brillante trayectoria en la prensa, la radio y la televisión”, expresó Velarde, quien radica en el exterior.
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Contó un episodio importante en la trayectoria de Cucho Vargas en la radio, en especial con Enfoques, que conducía junto con Lorenzo Carri, otro notable del periodismo boliviano.
“Con Lorenzo le propusieron a Raúl Salmón (director de Radio Nueva América) hacer un programa a las once de la noche; Salmón, quien había vuelto de Perú, luego de un gran éxito, le dijo a Cucho que podía hacerlo en otro horario, porque ‘quién te va a escuchar’”.
En ese tiempo no había aún televisión, “y Cucho lo convenció lo convenció a Salmón, entonces quedaron en ese horario”.
Se trataba de Enfoques, una de las creaciones de Vargas. “Cucho y Lorenzo hicieron el programa radial más escuchado del país, en la historia de la radiodifusión boliviana no hubo nada igual”.
“Como pocos programas, y el único en ese momento en su estilo, era grabado a las ocho de la noche, muy profesionalmente elaborado con guiones y libretos, que Cucho leía junto con Lorenzo Carri. Se dejaban algunos espacios abiertos, con arpegios musicales, que tenían que ser llenados por sus periodistas” con las noticias de actualidad.
Miguel Velarge era el principal reportero, también trabajaban Marcelo Archondo y César González. “Sabíamos con anticipación dónde teníamos que acotar noticias de último momento, sean nacionales e internacionales”.
Velarde hacía cobertura en el Parlamento y la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP), entonces “salía de donde estaba y para guiarme en qué iba el programa y el tiempo que tenía para llegar a la radio y dar las noticias, caminaba apoyándome en las ventanas de los edificios, de las casas, donde el programa se escuchaba, entonces sabía a qué altura estaba. Era un programa súper escuchado, me pregunto qué otro programa habrá tenido tanta audiencia. Ningún otro”.
Ese éxito tuvo notoriedad en el periodismo radial boliviano en la recta final de la década de los años 60.