La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) expresó su preocupación por la situación social que vive Colombia, protestas en las calles en varias ciudades que han ocasionados muertes y heridos a pocas semanas de la disputa de la Copa América.
Sin embargo, el Gobierno colombiano mantiene firme su posición de organizar, junto con Argentina, el certamen que está programado para llevarse a cabo del 13 de junio al 10 de julio.
Ernesto Lucena, ministro de Deporte de Colombia, ofreció este sábado una conferencia de prensa en la que confirmó que la organización sigue y solicitó no politizar el tema, además que el deporte debe ser un factor de conciliación.
“Hay apoyo unánime de la Conmebol, diariamente he hablado con el presidente Alejandro Domínguez y él, obviamente, tiene sus incertidumbres. Ante todo, debemos proteger el deporte. No podemos permitir que un evento al que vienen los mejores del continente sea permeado por actos vandálicos”, dijo Lucena.
Anunció para el lunes una reunión con los responsables de la seguridad del torneo para presentar un protocolo que garantice su desarrollo. Ese documento será enviado a la Conmebol.
“Respetamos las decisiones de la Conmebol y vamos con la de esta semana, que es la de jugársela por el torneo en Colombia”, enfatizó Lucena.
Su país pasa por una convulsión social con protestas callejeras en varias ciudades desde hace dos semanas por una medida financiera que presentó el Gobierno, y aunque la misma fue retirada, no se calmó el enojo de la población.
Esta semana se desarrollaron partidos de las Copas de la Conmebol en medio de los incidentes, en uno de ellos, jugado en Barranquilla, entre América y Atlético Mineiro de Brasil, hubo ocho suspensiones debido a los efectos de gases lacrimógenos que llegaban desde afueras del estadio.
Esa ciudad, además de Cali, Pereira y Bogotá son las sedes del torneo donde jugarán el local Colombia, Brasil, Ecuador, Venezuela y Perú.
En el A, con sede en Argentina, están agrupados Bolivia, Chile, Uruguay, Paraguay y el anfitrión.