Mientras The Strongest y Bolívar luchan por el título y otros se preocupan por asegurarse al menos un premio internacional, al menos siete equipos afrontarán desde este sábado cada partido como si fuera de “vida o muerte” en procura de eludir el descenso de categoría en la temporada 2023 de la División Profesional del fútbol boliviano.
La tabla del descenso está elaborada en función a la suma de puntos obtenidos por cada uno de los clubes en el “todos contra todos” y en la primera fase de grupos del “por series”, así surge el punto promedio (unidades obtenidas entre partidos jugados) que será el que defina la situación de cada uno.
Una vez que ha terminado la ronda del certamen “seriado” en la que valía sumar para esa tabla, desde ahora los equipos comprometidos deberán tratar de ganar lo más que puedan en el “todos contra todos”, a ver si al final les alcanza.
Cuadro de situación
Entre los siete últimos de la tabla, Vaca Diez de Pando es el más comprometido porque va último; sin embargo, también es el equipo que tiene más partidos como para intentar salvarse.
Por diferentes motivos, hay equipos que todavía tienen que jugar siete veces (uno por reprogramación), otros seis y algunos solo cinco (porque aún tienen que descansar en una fecha por el número impar de equipos que disputan el certamen).
Gran Mamoré de Beni (penúltimo) y Palmaflor de Cochabamba (antepenúltimo) son los otros que de momento se hallan en la “zona roja”.
Según la convocatoria, los dos últimos descenderán directamente de categoría; mientras que el antepenúltimo deberá defender su plaza en la División Profesional en partidos ante el subcampeón de la Copa Simón Bolívar.
Tres cruceños, que son Guabirá, Oriente y Royal Pari, no deberán distraerse porque de lo contrario se podrían ver en figurillas, lo mismo que el chuquisaqueño Independiente.