Marcelo Claure llegó a Bolívar para salvar a la entidad de la quiebra y tal vez de su desaparición. Eran momentos difíciles. Guido Loayza fue elegido presidente a finales de los años 2000 e incorporó en su proyecto al empresario radicado en Estados Unidos.
La Academia tenía una deuda impagable en esa época y necesitaba una inyección fuerte de la que Claure se hizo cargo. A partir de ese momento el club ha experimentado cambios.
El Gran Centro Mario Mercado fue demolido y en su lugar fue construido un moderno edificio que también lleva el nombre del más grande presidente que tuvo la institución.
Con el proyecto de Claure también fue construido el Centro de Alto Rendimiento Guido Loayza Mariaca en Anata, una obra única en el país y de las más modernas en Sudamérica.
El sueño de la actual dirigencia era inaugurar en los 100 años de vida institucional del Bolívar su nuevo estadio. La obra está demorada, pero en camino, en el mismo lugar donde estaba antes el Libertador Simón Bolívar.
En Santa Cruz funciona la Academia City a través de un acuerdo entre Bolívar y el Grupo City para la formación de nuevos futbolistas. En la capital cruceña está siendo levantada una sede para ese proyecto que ya esta en funcionamiento.
Esas obras de infraestructura que ponen a la Academia muy bien posicionada en ese ámbito, está reforzada por la parte deportiva en la que los títulos nacionales abundan y a nivel internacional el equipo intenta luchar, como lo hizo en 2014, cuando de la mano de Xabier Azkargorta llegó a semifinales de la Copa Libertadores de América.

“Ya es hora de que Bolívar agarre vuelo solo”, según Claure. La idea es que, después de tantos años de aportes propios para el funcionamiento de la entidad, el club empiece a ser autosostenible, el primero en Bolivia.
“He hecho un Plan Centenario fantástico para Bolívar, le hemos dotado al Bolívar de infraestructura, lo hacemos autosostenible, estamos tan cerca de ser autosostenible. Hemos incrementado los ingresos de 3 millones de dólares a cerca de 13 o 14 millones de dólares”, dice Claure.
El presidente en este Centenario de fundación maneja la idea de marcharse de esa silla a finales de esta temporada. No se alejará del todo porque, como la Academia en Santa Cruz, su sueño es montar otras unidades formadoras en el país.
Cuando llegue la hora de inaugurar el nuevo estadio será un momento cumbre, un sueño hecho realidad. Claure, con una inyección propia de unos 20 millones de dólares, de los 35 millones que costará la obra, lo quiere hacer.