El campeón defensor Brasil derrotó a Perú con lo justo (1-0) y se clasificó a su segunda final seguida de Copa América, el sábado en el Maracaná de Río de Janeiro, donde intentará coronarse por segunda vez consecutiva ante el ganador de la otra semifinal entre Argentina y Colombia, que el martes se medirán en Brasilia.
La canarinha volvió a sufrir para vencer, como ya le había ocurrido el viernes en el partido de cuartos de final frente a Chile.
Sin embargo, superado el nuevo escollo, el equipo que dirige Tité ahora quiere el bicampeonato, después de su conquista en 2019 (7 de julio) cuando también fue anfitriona en una final precisamente ante Perú (3-1).
Los peruanos jugarán el viernes el partido por el tercer puesto.
Todo para el local
En el primer tiempo, el dominio brasileño fue absoluto y produjo situaciones de gol una tras otra, pero el golero peruano Pedro Gallese evitó la caída de su arco en innumerables ocasiones.
La primera para los locales se produjo a los 7 minutos, después de una escapada de Richarlison, quien eludió al arquero, mandó el centro atrás y Neymar no le pudo pegar bien y mandó la pelota cerca de uno de los palos.
El dominio brasileño se acentuó y empezó a agrandarse Gallese, quien tuvo varias tapadas de mérito.
En el minuto 18, el peruano salvó en cuestión de segundos en tres oportunidades. La primera tras un tiro libre de Casemiro y, de inmediato, incluso arriesgando el físico, atajó los remates de Neymar y Richarlison.
Tanto atacó Brasil, que por fin a los 35’ pudo marcar a través de Lucas Paquetá, quien conectó de zurda un centro de Neymar, luego de una gran jugada del astro, quien pudo sacarse la marca de tres rivales penetrando por la izquierda.
Fue 1 a 0 en la primera parte, aunque no hubiera extrañado si la diferencia hubiera sido mayor.
La reacción peruana
La segunda parte fue diferente y Perú, que ingresó con otra actitud, se llevó por delante al local y tuvo varias chances para igualar.
El técnico Ricardo Gareca cambió la línea de 5 con la que empezó y apostó por un esquema más ofensivo, así su equipo creció sobre todo por el aporte de Raziel García, reemplazante de Christian Ramos.
De unas cinco llegadas dispuso la selección incaica, la primera a los 49’ tras una jugada individual de Gianluca Lapadula, que se sacó la marca de un defensor en el área y su remate fue enviado al corner por Ederson.
La última, a los 81’, con un cabezazo de Alexander Callens, pero desviado. Brasil, en cambio, dispuso de muy pocas y Gallese prácticamente ya no tuvo trabajo.