Bolivia no se da por vencida y, con una goleada sobre Uruguay (3-0), que pudo ser mayor, ha reforzado su esperanza de todavía pelear por la clasificación al Mundial de Catar 2022, este martes en el Hernando Siles de La Paz por la jornada 14 de las eliminatorias en Sudamérica.
No fue fácil; por el contrario, fue complicado tumbar una muralla propuesta por Uruguay. La Verde lo hizo con esfuerzo, con paciencia, jugó además un fútbol convincente y también tuvo algo de fortuna, que muchas veces es un factor necesario.
Juan Carlos Arce fue la figura con dos goles —uno sin querer—, Marcelo Martins hizo otro afianzándose como goleador de esta edición premundialista y, en general, el rendimiento colectivo e individual fue bueno.
Bolivia llegó a 15 unidades, detrás de Uruguay que se quedó con 16, aunque todavía deberá remar bastante para llegar a zona de clasificación en las apenas cuatro jornadas más que le quedan al torneo. Misión muy difícil, pero no imposible.
El gol de la suerte
Uruguay entró a la cancha con un libreto: defenderse y cerrar todos los espacios camino a su arco. De paso, perder tiempo lo más posible porque el árbitro se lo permitía.
Era el plan perfecto para apostar por un buen resultado, porque además al frente estaba un equipo, el boliviano, que tenía la pelota, la tocaba, la llevada para uno y otro lado, pero no hacía daño.
A la Verde le costó demasiado crear algo y encontrar alguna vía. Tuvo dos tiros de esquina, pero las acciones previas no habían sido de mucho riesgo.
Incluso Uruguay se perdió un gol a los 27 minutos por un mal rechazo boliviano.
El resultado fue abierto de la manera más inesperada, un centro del “Conejo de la suerte” Juan Carlos Arce para la entrada de Marcelo Martins, el goleador no alcanzó a pesar de estirar la pierna, pero la pelota picó, se le escurrió de las manos al golero Fernando Muslera y se metió en su arco. Fue el 1 a 0.
Uruguay siguió cerrado, aunque con algún contragolpe que hizo pasar un par de sustos a Carlos Lampe y compañía.
Pero la Verde volvió a presionar arriba pasados los 40 minutos y halló el 2 a 0 de una pelota parada: lanzó Arce un tiro de esquina, cabeceó magníficamente Martins y la estirada de Muslera no sirvió para nada. Fue a los 45, poco antes del pitazo que los mandó al descanso.
El aguante, el penal errado y el 3 a 0
El segundo tiempo tuvo varias facetas, empezando con la presión que ejerció Uruguay, ya comandado por Luis Suárez buscando el descuento.
Casi 10 minutos se jugaron continuamente en cancha boliviana y con los charrúas lanzando centros, como que Suárez se perdió una buena posibilidad.
Hubo un casi gol uruguayo, se le iba la pelota a Lampe pese a su tapada, pero José Sagredo salvó de la línea. Fue determinante esa acción.
Luego Bolivia tuvo un penal a favor por la porfiada acción de Carmelo Algarañaz; sin embargo, Martins remató alto desviando una buena posibilidad (64′).
El mal momento nacional continuó con la expulsión de Algarañaz a los 74, por entrar muy fuerte contra un rival.
Aún así la Verde no se cayó y buscó el tercero, obra de dos de Always Ready: Fernando Saucedo mandó un centro al medio del área y Juan Carlos Arce —en su tarde, porque él fue la figura— rubricó con un cabezazo poniendo el 3 a 0 definitivo a los 79.
El partido tenía algo más de 10 minutos por delante pero ya estaba definido. Bolivia se va a la “vacación” de fin de año todavía soñando con que aún tiene chance de pelear por llegar a Catar 2022. En enero, febrero y marzo del próximo año se definirá todo.