Bolívar tuvo dos talones de Aquiles en la fase de grupos de la Libertadores: recibió muchos goles y convirtió pocos. Su saldo de -7 de gol diferencia lo dice todo.
Su débil defensa lo llevó a recibir goles en cinco de los seis partidos. En el único en que su arco terminó en cero fue cuando le ganó a Tigre en La Paz por 2 a 0. Después sufrió siempre, en casa y afuera.
Este miércoles le ocurrió de nuevo. En el primer y único ataque de Guaraní en todo el primer tiempo, el paraguayo embocó a los 13 minutos. La defensa celeste estuvo floja, entonces Javier Rojas y compañía sufrieron las consecuencias.
Luego, en la recta final, el paraguayo le llegó dos veces y volvió a convertirle para ganarle el partido.
En total, el arco de Bolívar fue batido 13 veces: 1 le hizo Tigre, 5 Guaraní y 7 Palmeiras, incluido el 5 a 0 de Sao Paulo que fue una de las goleadas más sonadas de la fase.
¿Y adelante?
Frente a Guaraní en La Paz tuvo varias ocasiones en el área adversaria. O sea, volumen ofensivo no le faltó al equipo de Claudio Vivas. Pero otra vez la escasez de gol fue un problema insalvable, salvo por ese par de conquistas con la fórmula ‘centro y gol’.
En los seis partidos solo hizo seis goles. Los dos a Tigre en Miraflores (2-0), el descuento ante Palmeiras también en el Hernando Siles (1-2), el del empate frente al equipo argentino en Buenos Aires (1-1) y los dos ante Guaraní (2-3). En los restantes juegos no pudo anotar.
José Enrique Flores, Erwin Saavedra, Roberto Domínguez y Marcos Riquelme tres veces fueron los goleadores celestes.
Foto: Conmebol / Marcos Riquelme hizo tres de los seis goles de Bolívar