El mínimo esfuerzo le fue suficiente a Bolívar para golear a un Guabirá que puso más suplentes que titulares (5-0), resultado que le permite seguir pisando los talones del líder The Strongest y a la espera de asaltar la punta en cualquier momento, este viernes en el estadio Hernando Siles de La Paz, al cumplirse la jornada 19 del torneo Apertura de la División Profesional.
Guabirá resistió algo más de 15 minutos. Es un decir porque desde el comienzo se notaron sus debilidades defensivas fundamentalmente y de ahí para adelante todo. Ante ello, la Academia optó por cumplir con la obligación de ganar y darse un respiro para continuar la próxima semana con la seguidilla de partidos, entre ellos el clásico del próximo sábado 19.
Aurora en Cochabamba, el martes; Blooming en La Paz, el jueves y The Strongest el sábado son los encuentros que se le avecinan a la Academia, determinantes para seguir arriba e incluso, si se le dan los resultados, para pasar al primer puesto.
En dos minutos
La novedad celeste fue el regreso a la titularidad del capitán Juan Carlos Arce, importante en las asistencias, entre ellas para un gol de su socio Marcos Riquelme, y de Erwin Saavedra, convertido cada vez más en valioso hombre en el medio sector.
Llegando con facilidad, Bolívar dio el golpe en dos minutos para dejar las cosas más que claras: a los 17, el Sub-20 José Herrera abrió la cuenta (foto principal), atento a un rebote, y a los 18 fue el cabezazo de Riquelme para el 2 a 0. En ambos casos hubo servicios de Arce.
No llegó el reloj a la media hora y el tercero ya estaba en la pizarra, obra personal de Roberto Carlos Fernández, quien robó la pelota, viajó unos metros, amagó y sacó un zurdazo a los 29.
Un contragolpe de Guabirá, mediante Rodderyck Perozo, fue lo único rescatable de la visita, dedicada en general a intentar evitar más goles en contra.
El cuarto, el quinto… y podían ser más
Bolívar falló unas cuantas ocasiones de gol. Como que le perdonó la vida a Guabirá. Lo pudo acribillar, sin embargo, en la mayoría de los casos no estuvo fino en la definición. A Víctor Ábrego, por ejemplo, le falló la puntería.
Luego del descanso, la Academia llegó rápido al cuarto. Riquelme recibió el balón solo y habilitado (en un nuevo gran defecto de la defensa azucarera), encaró y puso la pelota lejos del alcance del guardameta Jhon Jairo Cuéllar.
Desde entonces pasó un largo rato en que parecía que el quinto llegaba, pero no era así por la falta de puntería. La cancha parecía inclinada hacia el lado rojo.
Hasta que, por fin, en una incursión académica por la izquierda, salió un pase al medio, donde Leonardo Vaca, muy solo, como Pedro por su casa, mandó la pelota adentro, a los 82.
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