Bolívar se desarmó con la salida por lesión de Leonardo Ramos, su mayor referente en ataque, a los 65 minutos y luego por el cambio de Leonel Justiniano a los 80, por decisión técnica. Inmediatamente después The Strongest hizo el segundo y al final el tercero (3-1).
Sin Ramos perdió su mejor carta de ataque porque los que se quedaron poco o nada hicieron para sostener al menos el empate. Víctor Ábrego y César Menacho no tuvieron el peso necesario ante una defensa atigrada muy firme.
Ramos mostró en la primera parte su capacidad de goleador con una buena definición, amagó y remató lejos del alcance del arquero Daniel Vaca.
Era el hombre que ponía en apuros a los defensores stronguistas. Cuando se marchó lesionado, las armas se le acabaron a Bolívar.
De paso, la salida de Leonel Justiniano, reemplazado por decisión técnica, le quitó contención a la Academia en el medio. Era el hombre que más batallaba para resistir a los stronguistas. La decisión del técnico Zago fue incomprensible.
Un minuto después llegó el segundo gol del Tigre. Y sobre el final, el tercero.
Caliente, Justiniano reaccionó por el festejo de Rolando Blackburn en el 2 a 1, y fue expulsado cuando ya estaba en el banco de suplentes. Bolívar no contará con él en el próximo encuentro.
El ingreso de Diago Giménez no ayudó en nada. Su mala suerte fue cometer un error, calculó mal y la pelota se le pasó por encima, Willie Barbosa aprovechó y liquidó a los 94 (3-1).
La mala tarde celeste comenzó cuando Erwin Saavedra, su jugador más desequilibrante, fue bajado de la alineación. El mediocampista se resintió de una molestia muscular cuando hacía el calentamiento y fue reemplazado a último momento por Ábrego.
Fue el segundo partido como DT celeste de Antonio Carlos Zago. Por ahora no le ha ido nada bien.