A Bolívar le cayeron del cielo dos goles que fueron salvadores, ambos en los minutos de adición; gracias a ellos, de un triunfo apretado pasó a una victoria cómoda por 3 a 0 sobre el Palestino, este miércoles en La Paz, una goleada que le da una enorme tranquilidad para afrontar la revancha, la próxima semana en Santiago, en los playoffs de la Copa Sudamericana, y con gran chance de conseguir la clasificación a los octavos de final.
A los 95 minutos, cerca del pitazo final, el resultado solo era de 1 a 0 gracias a un gol de Robson Matheus. Demasiado poco. El equipo chileno se había defendido bien y, a pesar de ir perdiendo, el score mínimo no dejaba de ser un buen negocio para la visita.
Pero todo cambió en cuanto el árbitro fue convocado desde el VAR. El brasileño Flavio de Souza fue a ver la acción y detectó un penal por mano. Al regresar (96’) sancionó la pena máxima, anotada por Martín Cauteruccio a los 100 minutos.
No fue todo, porque en un siguiente ataque (103’), un centro desde la derecha lo cabeceó Carlos Melgar lanzándose al piso para poner el impensado 3 a 0.

Ante una muralla
Bolívar dominó las acciones desde un comienzo. En gran parte de la primera mitad la posesión de la pelota fue celeste en un 80%. Casi todo se jugaba en la cancha del Palestino. Hasta los 25 minutos ya se habían lanzado siete tiros de esquina, todos a favor de la Academia.
Pese a ello, no había situaciones de peligro claras. El cuadro chileno había montado un operativo defensivo casi perfecto que no daba resquicios. Era atacado, pero sus jugadores llegaban bien a cada pelota.
Dos acciones individuales, una de Daniel Cataño y otra de Patricio Rodríguez, ambos entrando por la izquierda definiendo alto, además de un cabezazo de Cauteruccio, fueron las pocas situaciones que Bolívar consiguió tener para acercarse al gol en esa primera parte.
De Palestino solo se recuerda un remate de Abrigo, que fue contenido por Carlos Lampe. Palestino virtualmente no había atacado.

El gol… los goles
Las cosas no cambiaron sustancialmente en la segunda mitad. Bolívar continuó en lo suyo. Santiago Echeverría tuvo una clara oportunidad al cabecear un centro, pero el arquero le atajó bien.
Hasta que llegó el gol. Fue a los 58’ y con mucho tiempo por jugar. Un gran remate a ras del piso de Robson Matheus hizo posible el 1 a 0. Era esperanzador.
Sin embargo, el tiempo fue pasando y el dominio improductivo de Bolívar no daba para más. Ningún intento lograba claridad como para llegar a un segundo tanto.
Quizás el ingreso de Daniel Batallini fue determinante. El extremo por derecha empezó a inquietar y justo de ahí vinieron las jugadas que cambiaron la historia.
Un centro suyo lo cabeceó Cauteruccio, la pelota dio en la mano de Fernando Meza, algo que fue en principio imperceptible. No para el VAR, que llamó al árbitro, quien al volver a la cancha decidió cobrar la pena máxima, bien ejecutada por Cauteruccio (100’).
El 2 a 0 ya era tranquilizador. Ni qué decir el 3 a 0 que llegó a los 103 minutos, gracias a otro centro de Batallani y a una “zambullida” de Tonino Melgar, un cabezazo que completó el milagro de pasar de un apretado score a una goleada impensada.