Blooming rescató un punto como local frente a Wilstermann (2-2) en un partido que lo iba perdiendo por sus errores en defensa y la falta de precisión arriba, pero un gol agónico a los 96 minutos le dio la igualdad, aunque no evitó caer al penúltimo lugar de la tabla, en la zona de descenso indirecto.
Más temprano, Real Potosí se impuso a Always Ready y le saca dos puntos de ventaja al celeste: 25 contra 23, a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato.
El aviador llegó a 39 unidades y se ubicó séptimo, afianzándose en la zona de clasificación a Copa Sudamericana.
A un tanto por lado
El más punzante fue Blooming, pero le costó mucho vencer a Arnaldo Giménez, arquero de Wilstermann, hasta que lo consiguió.
Samuel Garzón anotó la primera conquista a los 18 minutos con una cachetada al balón tras centro desde la izquierda.
Wilster tuvo en Serginho, Cristian Chávez y Patricio Rodríguez como a sus generadores de juego y en una de esas acciones se produjo una falta penal.
El propio Rodríguez, quien había recibido la infracción, tomó a su cargo la ejecución de la pena máxima y logró empatar a los 41 minutos.
En la última jugada de esa fracción Santos Navarro hizo estrellar el balón en el travesaño y le impidió el desnivel al conjunto cruceño.
Goles perdidos
El celeste se aplicó en ofensiva en el complemento, pero se “comió” goles debajo del arco: unas veces Giménez estuvo acertado y en otras la pelota no llegó a entrar.
En cambio, Damián Lizio aprovechó un intento de lujo de Wálter Rioja, que se quiso sacar su marca con un taco, le quitó la pelota y fusiló a Braulio Uraezaña a los 86.
Blooming parecía fundido, pero no renunció al ataque y tuvo su recompensa después del único error de Giménez, quien no pudo cortar un centro y dejó la pelota en el área, donde Edward Vaca, desde el piso, estiró la pierna para anotar el 2-2 definitivo a los 96.
Una agresión
Al final hubo incidentes con empujones y discusiones entre los protagonistas del encuentro.
Sin embargo, no fue lo único, ya que un hincha de Blooming consiguió meterse en el terreno de juego y agredir al árbitro Jordy Alemán con un empujón.
El agresor corrió sin que nadie lo alcanzara y logró volver a la tribuna, donde fue protegido por otros aficionados que impidieron su detención.
Por el hecho y la falta de seguridad, Blooming se arriesga a sufrir un castigo.