En medio de tanto sufrimiento, el gol de Rodrigo Vargas, que fue un golazo, y el empate final (1-1) frente a The Strongest fueron un bálsamo para los jugadores de San José, que pasan días duros sin cobrar hace meses y con incertidumbre sobre su futuro.
Vargas se fue expulsado a los 95 minutos por doble amarilla. Ya sin fuerzas para detener la corrida de un rival, lo agarró de la camiseta por detrás y eso le valió la segunda amonestación. Será difícil reemplazarlo en el próximo encuentro.
Antes hizo un lindo gol, a los 45. Le mandaron una pelota en un contragolpe, la agarró, vio que venía un zaguero y que el golero Daniel Vaca se adelantaba unos metros, entonces lanzó una magnífica colocada, “colgando” al guardameta. Fue un festejo de desahogo en la cancha de sus compañeros y afuera del estadio, de los hinchas que estuvieron en los alrededores del Jesús Bermúdez.
The Strongest entró con todo a la segunda mitad y San José solo resistió. El golero Rolando Rivas fue la figura tapando varias pelotas que tenían destino de red.
Vargas y sus compañeros casi no pasaron la mitad de la cancha en ese periodo. Todos bajaron a ayudar. Si bien el Tigre era superior, se daban modos para llegar a las pelotas y rechazar.
“Esto es muy complicado, estamos jugando a nada, nos entrenamos sin pelotas, sin ropa adecuada. Nos humillan, nos tratan de lo peor”, declaró Rivas.
El resultado, aunque sea de local, no es malo para el santo. El punto, después de haber perdido 5 a 0 en la cancha del valluno Palmaflor, coloca al orureño en el octavo lugar con 19 unidades, por delante de Nacional Potosí (18).
Su próximo partido será el viernes ante Bolívar en La Paz.