El estadio Hernando Siles está para aguantar una agenda nueva que incluye partidos del torneo Apertura, la Copa Libertadores de América y las eliminatorias, según la empresa que está a cargo del mantenimiento del terreno de juego.
En el comienzo de la temporada, hay al menos 10 partidos seguidos entre el que Bolivia ya jugó contra Chile y el que disputará a fines de marzo contra Brasil, por la competición premundialista; pasando por los juegos de Bolívar y The Strongest, tanto por el certamen doméstico como por el internacional de clubes.
Incluso en ese lapso podrían ser más los encuentros si los dos paceños acceden a la tercera fase de la Libertadores.
El 1 de febrero, la Verde recibió a Chile en una cancha anegada por la intensa lluvia previa.
Ahí comenzaron a tejerse las interrogantes sobre si el césped y su drenaje están para aguantar lo que viene.
Aparentemente no hubo problemas en los encuentros ligueros posteriores (The Strongest vs. Oriente y Bolívar vs. U de Vinto).
La seguidilla va a seguir esta y la próxima semana: el miércoles, la Academia jugará con el venezolano Deportivo Lara por el encuentro de vuelta de la primera fase de la Libertadores.
Dos días después, el viernes, el Tigre será local ante Universitario de Sucre por el torneo doméstico.
Como Bolívar tiene un pie y medio en la segunda fase de la Copa, se da por descontado que utilizará el escenario entre el 22 y el 24 de febrero, cuando reciba al ecuatoriano Universidad Católica.
Unos días después, el 27, el mismo cuadro celeste hará de local ante Always Ready por la cuarta jornada local.
En este recuento, el octavo cotejo en Miraflores será internacional con la revancha del cruce entre The Strongest y el uruguayo Plaza Colonia, el martes 1 de marzo.
El Tigre volverá a jugar allí por el torneo local contra Nacional Potosí, el fin de semana del 6 de marzo.
Luego vendrá el clásico The Strongest vs. Bolívar correspondiente a la sexta jornada, posiblemente el 13.
Luego de esa mezcla de 10 partidos está previsto un receso en el campeonato boliviano para dar espacio a la preparación de la selección para la última doble jornada de eliminatorias, en la que Bolivia visitará primero a Colombia, el 24 de marzo, y recibirá a Brasil el 29.
Con ese panorama, en 57 días habrá como promedio un partido cada cinco días.
¿Y si son más?
No hay que descartar que Bolívar y The Strongest se clasifiquen a la tercera fase de la Copa Libertadores, si ello sucede se enfrentarán dos veces seguidas, en las semanas del 9 y 16 de marzo. Si solo uno de ellos avanzaría, habría solo un juego más; o ninguno si los dos son eliminados.
Pero también es probable que los clubes de la División Profesional decidan la cesión de jugadores a la Verde solo respetando la fecha FIFA, tomando en cuenta que Bolivia ya no tiene chance de pelear por la clasificación a Catar 2022.
Es decir, podrían programar al menos una fecha más del certamen nacional, y ahí la Academia jugaría con Royal Pari en el Siles.
El cuidado de la cancha
Jaime Méndez, encargado de la empresa que trabaja manteniendo el campo de juego del Hernando Siles, señaló que a diario el césped es sometido a cuidados, lo que garantiza que está en condiciones de recibir todos los partidos que vienen, tanto nacionales como internacionales.
“El criterio que manejamos es que si en algún momento la carga de partidos supera las posibilidades de mantenimiento que tenemos, se tendría que pensar en que los clubes paceños dispongan de cancha alterna; sin embargo, de momento el campo de juego está soportando bien el trajín, aunque todavía nos queda mucho”, manifestó.
Un equipo de cinco trabajadores se ocupa de poner a punto el terreno. “Vamos solucionando los problemas a medida que se presentan para que el césped tenga tiempo de recuperación”, agregó.
También realiza gestiones ante la Dirección del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de La Paz para que la totalidad de empleados necesarios para ayudar al mantenimiento del terreno pueda acceder a la cancha en los partidos, y no solo dos como acontece en la actualidad, lo que disminuye la capacidad para resolver sobre la marcha algún imponderable.