Rodrigo Amaral apareció poco, pero cuando lo hizo se lo sintió y, a la larga, firmó con un golazo la victoria y la gran noche de The Strongest, que derrotó a Universidad Católica de Ecuador por 2 a 1 y se clasificó a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América.
Desde que debutó luciendo la camiseta atigrada, el mediocampista uruguayo ha sido protagonista de jugadas notables. Empezó con un golazo a Oriente Petrolero en el torneo boliviano. Y luego convirtió unos cuantos más de buena factura.
Lo volvió a hacer ante Católica y fue, además, para destrabar el empate, impedir los penales y darle al Tigre su pasaporte a la siguiente instancia.
Después de un primer tiempo en el que su juego estuvo cerca de la intrascendencia, con un buen disparo en el cierre de esa parte, que obligó al arquero del rival a extremar recursos, en el segundo apareció más y con un zurdazo marcó el gol de la victoria.
Corría el minuto 84 y el partido estaba igualado, parecía que iba a terminar en empate se encaminaba una definición a través de los penales.
Pero Amaral apareció con el talento que tiene, bajó la pelota con el pecho, giró y entre gambeteando y guapeando ante dos rivales se metió en el área y sacó un zurdazo cruzado inalcanzable para el arquero José Cárdenas.
Puntos altos
The Strongest tuvo otros destacados: Enrique Triverio marcó su primer gol con la camiseta del Tigre al minuto de iniciadas las acciones. Después lo suyo no solamente fue aguantar en ataque sino también ayudar en defensa.
Acabó con su sequía en el segundo intento de la misma jugada, con un remate cruzado al costado de Cárdenas a los 2 minutos.
El arquero Guillermo Viscarra fue protagonista de la mejor atajada del partido a los 73, se lanzó al piso y estiró el brazo derecho para desviar al tiro de esquina la pelota que tenía destino de arco, rematada por Cristian Martínez. Acto seguido rechazó como si estuviera en un partido de voleibol.
También sobresalió el capitán Diego Wayar, quien comenzó como lateral por derecha y de inicio tuvo un buen despliegue físico para cortar los ataques ecuatorianos por su banda. El capitán del Tigre volvió a su puesto de volante de marca cuando se retiró de la cancha Luciano Ursino, agotado por todo lo que hizo.
En el caso de Jaime Arrascaita, tuvo una doble función y cumplió bien en general. Ayudó en el medio sector para defender y fue al ataque en varios pasajes. Entre otras llegadas, tuvo una que se la cortó el golero visitante. Se fue agotado.
Henry Vaca volvió a desequilibrar. Se lo vio mucho más en el primer tiempo por la banda derecha. Una gambeta y luego un centro suyo eran cabales para el gol de cabeza de Triverio, pero el argentino pifió en la definición.