“Hubiera querido estar toda una vida en la cancha, me encantaba jugar”, decía René Rada ya retirado del fútbol. El Fiero Rada falleció este martes a los 84 años de edad. Su mayor recuerdo fue haber jugado contra el Rey Pelé en el estadio Hernando Siles de La Paz y haberle obsequiado un guardatojo de minero. La foto de aquella tarde es imborrable.
“Era Pelé, era el Rey del fútbol, fue una gran satisfacción personal entregarle ese obsequio”.
Rada fue jugador de 31 de Octubre, el club de los mineros de la Comibol, donde estuvo 10 años antes de cumplir su gran sueño de llegar a Bolívar.
“Siempre fui jugador de Bolívar desde infantil, a mis 7 u 8 años ya jugaba en el Bolívar”; sin embargo, no fue en el club de sus amores donde comenzó su carrera como profesional.
También vistió en periodos cortos camisetas de otros clubes de La Paz, como Mariscal Santa Cruz, The Strongest y Always Ready.
“Hubiera deseado jugar en Bolívar todos los años que jugué en 31 de Octubre, porque era un equipo popular, con mucha hinchada, en cambio 31 solo era de la Comibol, sí viajábamos mucho a las minas y ahí aprendí a conocer muchas cosas y a valorar a esa gente sacrificada de la mina”, contaba.
Estuvo presente en partidos memorables, como en la victoria para quitarle un invicto de más de 40 partidos al argentino Racing Club. “Era un club con grandes estrellas, en cambio 31 de Octubre tenía jugadores muy rápidos, veloces y luchadores. Les ganamos por 3 a 0, podíamos haberle hecho hasta seis goles”.
Desde hace tiempo estaba enfermo, pasó sus últimos días internado en un hospital de La Paz, la ciudad que lo cobijó toda una vida.
Rada nació en Yani, Larecaja, el 2 de octubre de 1939. A Bolívar llegó en 1967 y estuvo hasta 1974.
“Llegué a Bolívar porque 31 me vendió, debió ser uno de los pases más caros de entonces”.
Era extraordinariamente dotado en la parte técnica, hábil para manejar la pelota y realizar las gambetas dejando mal parados a sus marcadores. Triunfó en 31 de Octubre y eso hizo que Bolívar por fin adquiriera su pase.
“Me divertía jugando al fútbol, me gustaba hacer túneles, sombreros y creo que todo lo que pensaba antes de un partido lo realizaba en la cancha. Me gustaba dominar la pelota, quizás también ha sido uno de mis defectos porque me encantaba, cuando más tiempo tenía la pelota para mí era mayor alegría. Cuando iba al estadio y veía gente en la cancha quería jugar, divertirme y hacer divertir, esa era mi meta”.
Fue seleccionado nacional en las eliminatorias para el Mundial de México 70.
“Hablar de la selección de esas épocas… Era como ir a una guerra a defender los colores de la patria, sin ningún interés; apartando lo que había que jugar, se necesitaba tener mucha moral, entrega, desprendimiento para defender los colores del país, se necesitaba civismo”.
René Rada ya descansa. El fútbol está de luto. La pelota, su compañera de toda la vida, se ha quedado sola.