Ali Eid Ali, aparte de haber sido uno de los mejores pilotos del automovilismo paceño, por su carisma y simpatía era muy querido por la gente. A sus 76 años, el egipcio-boliviano falleció este miércoles en Buenos Aires, Argentina, donde había sido sometido a una intervención quirúrgica del corazón.
La Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo (Febad) y las asociaciones de todo el país lamentaron su deceso y expresaron las condolencias a su familia.
Ali nació en Egipto, llegó a Bolivia en 1972 y con el tiempo se convirtió en un animador de las carreras a nivel departamental y nacional. Fue dos veces campeón boliviano.
“Muy querido por todos”
En contacto con PREMIUM Armando Paravicini, past presidente de la Febad, del Automóvil Club Boliviano y de la asociación paceña, recordó a Alí, quien era conocido como “El faraón de las rutas» y también como «El morocho de Miraflores», por el apego por años que tuvo a esa tradicional zona de La Paz, en la que montó su negocio de autoventa.
“Es lamentable el fallecimiento de este gran amigo, socio de la asociación de pilotos de La Paz. Él ha empezado hace 30 años, pero el carisma, la simpatía que tenía con la que se acercó a pilotos y periodistas fue lo que lo hizo grande, famoso y muy querido por todos, así que para nosotros es una gran pérdida porque era una persona muy humana y realmente un gran amigo de todos”, dijo Paravicini.
Agregó que “como persona era un gran amigo, era el hombre que cuando pasabas por su negocio quería invitarte un té turco, tenía una hermosa pipa y te hacía pasar para invitarte un té turco; una persona muy querida por todos, no conozco un piloto que haya tenido problemas con nuestro amigo Ali”.
El periodista Mario Roque Cayoja, asegura que vio nacer deportivamente a Ali en los años 80: “era un personaje carismático, sobre todo muy pintoresco y tenía un modo risueño de hablar, aspecto que gustaba a la gente, era muy popular sobre todo con sus apodos”.
“Tenía una excelente relación con los periodistas, a muchos los apoyó, así que era todo un personaje; es una pena todo lo que pasó, sobre todo de la cirugía de corazón que tuvo en febrero en Cochabamba no se pudo recuperar y falleció esta madrugada en Buenos Aires, donde estaba en una clínica”, acotó.
Su trayectoria
En los años 80, Ali Eid Ali abrió su negocio de Autoventa Alí, luego se animó a correr.
“Nosotros buscábamos amigos que les gustaba el deporte, entonces lo hemos impulsado a que sea parte del automovilismo porque teníamos un gran secretario que era Franklin Salas y él lo trajo a la asociación para que podamos animarlo. Él tenía ganas de correr, pero había que darle ese empuje de cómo era el deporte”, contó Paravicini.
“Como piloto empezó como todo joven y novel corredor, ha sido uno de los pilotos que ha tenido las ganas de correr, ha volcado muchísimas veces, pero con esa simpatía que le caracterizaba siempre salía con alguna frase simpática tras volcar”.
Alí ganó dos títulos nacionales: en 1993, en el grupo 8 Válvulas; y en 1997, en 16 Válvulas.
También obtuvo tres coronas departamentales paceñas: en 1989, 1993 y 1998.
Entre otros logros importantes ganó el circuito Óscar Crespo de Sucre en 1992 y el Gran Premio Nacional de Automovilismo en 1993.
“Competía con los mejores pilotos de la época en su grupo: José Arnez, Rolando Castrillo, Joaquín Álvarez, Guido Peredo, entre otros”, recordó Roque.
Su hijo Alí Junior siguió sus pasos como piloto, el año pasado se consagró campeón nacional del grupo RC2N.
“Quiero dar la sincera condolencia del automovilismo boliviano hacia la familia, ya que como past presidente de la asociación paceña, de la Febad y del Automóvil Club Boliviano, puedo representar a todos y decir que hemos perdido a un excelente hombre, gran ser humano y un gran piloto”.