El presidente del Barcelona, Joan Laporta, explicó que renovar con Lionel Messi suponía hipotecar al club al menos “por medio siglo” y que la mejor decisión fue dar por cerrada la negociación.
En una conferencia de prensa, el dirigente aseguró que el club y Messi querían firmar un nuevo contrato por dos años para pagarlo en cinco, pero en última instancia, las condiciones salariales según las reglas del Juego Limpio Financiero (FFP) de la liga española lo impidieron.
“En la Liga, el criterio del cash no se sigue, por eso no pudimos hacer encajar el primer contrato que habíamos arreglado con Messi y para tener este Fair Play el Barsa tenía que estar a favor de una operación que conllevaba una hipoteca para el club. Hipotecar por medio siglo parte de los derechos de televisión del club. Y no estoy dispuesto a hacerlo por nadie. Tenemos casi 122 años de historia y está por encima del mejor jugador del mundo”, enfatizó.
Laporta aseguró que los salarios actuales representan el 110% de los ingresos totales del club, lo que significa que no había “margen” de movimiento para la renovación con el astro argentino.
“No podemos poner al club en mayor riesgo”, subrayó Laporta.
“El Barcelona está por encima de todo, hasta del mejor jugador del mundo”, añadió.
Incluso con el salario reducido de Messi, que el futbolista ya había aceptado, Laporta aseguró que el paquete salarial iba a seguir representando el 95% de los ingresos del club.
Aunque parecía que podía darse la solución, finalmente la misma no fue aceptada por LaLiga, que tiene normas y las hace cumplir.
Laporta aseguró que se dio cuenta hace dos días (miércoles) de que volver a fichar a Messi ya no era una posibilidad.
“No quiero generar falsas esperanzas. El jugador también tiene otras opciones abiertas para él. Había un límite de tiempo, para nosotros y también para Messi”.
“Leo quería quedarse. Todos queríamos que se quedara, así que ahora él está como nosotros, afrontando la realidad. Le deseo lo mejor donde quiera que vaya. El Barça siempre será su casa”, subrayó. El máximo dirigente del Barcelona también hizo notar que una auditoría reciente mostró que las finanzas del club heredadas de la administración anterior eran “mucho peores” de lo esperado.