Los jugadores bolivianos recuerdan el metal dorado que conquistaron en Lima 2019, el único que tiene el país en esos Juegos.
Marcelo Avendaño / La Paz
El cronómetro marcaba 56 minutos de juego y Bolivia estaba al servicio. Roland Keller hacía el saque, el colombiano Sebastián Franco contestaba la pelota y el nacional Conrrado Moscoso realizaba un gran tiro, casi al ras del suelo, dándole el punto y la primera medalla de oro al país en unos Juegos Panamericanos. Sucedió hace un año (10 de agosto) en Lima, Perú, algo inolvidable para los raquetbolistas que consiguieron la hazaña y que esperan volver a repetirla en el siguiente ciclo olímpico.
“Increíble cómo pasa el año, son 365 días, pero se siente como si fuera ayer. Lo sigo viviendo de la misma manera, para mí es un recuerdo imborrable, va a estar siempre en mi corazón, es una felicidad enorme el haber conseguido esa medalla tan ansiada y soñada”, declaró Roland a PREMIUM.
“Todavía me siento muy feliz por lo que se ha logrado allá, ha sido una experiencia muy increíble, he tenido la oportunidad de estar como abanderado y también de regalar la medalla a Bolivia”, indicó Moscoso.
Mientras que Carlos Keller, hermano menor de Roland, señaló que “nos sentimos muy orgullosos por haber obtenido esa primera medalla de oro para el país, fue un momento único porque nos preparamos durante mucho tiempo, ese era nuestro principal objetivo, ya que se da cada cuatro años”.
Los tres, junto a Kadim Carrasco, cuarto integrante del equipo, pero que no pudo disputar ningún partido, se encargaron de regalar a Bolivia ese primer metal dorado luego de 52 años de participación en ese evento multidisciplinario sin haber conseguido el primer lugar del podio.
Nerviosismo y ansiedad
Los tres recuerdan muy bien sus sensaciones de ese día, una mezcla de nerviosismo y ansiedad porque llegaron a los Juegos con un solo objetivo: la medalla de oro.
“Ese día hicimos bien todas las cosas y recuerdo que tenía mucha fe en mi equipo, en Conrrado, mi hermano, creía que yo no iba a jugar el dobles porque pensaba que ellos ganarían sus partidos y obtendríamos la medalla. A la vez me acuerdo que estaba muy nervioso, especialmente con el partido de mi hermano. Lo sufrí mucho, no vi los partidos, estaba en una cancha de al lado y cuando escuché que iban 1-1 comencé a calentar hasta que se me dio jugar el dobles. Sentía presión, pero me fui soltando hasta que salieron las cosas a nuestro favor”, detalló Roland.
Carlos aseguró que “sentí muchos nervios desde las semifinales porque en mi mano estaba el pase a la final. Debía ganar mi partido contra el estadounidense (Jacob Bredenbeck), pero pienso que me ayudó mucho mi experiencia el haber participado durante años en varios torneos. La final podía definirla yo en singles, pero no se pudo dar y todo se terminó en dobles”.
“Fuimos con la misión de ganar el primer oro y mejorar la participación que tuvimos en Canadá (2015). Fue muy complicado, pero al final lo conseguimos. Ha sido mucha dedicación de parte de todo el equipo, también hubo mucha fe de todos en el trabajo que hicimos. Sabíamos que teníamos una responsabilidad muy grande porque llegábamos como favoritos y debíamos hacer respetar esa parte”, manifestó Conrrado.
Camino al metal dorado
La competencia por equipos de raquetbol era la última oportunidad para que Bolivia obtuviera el primer puesto —en singles se cosechó un bronce, mientras que en dobles una plata—.
En cuartos de final Bolivia superó sin problemas a Guatemala (2-0), en semifinales tuvo un duro encuentro con otro gigante, Estados Unidos, al que venció luego de tres partidos (2-1), mientras que la final derrotó a Colombia con el partido de dobles (2-1).
Siguiente ciclo olímpico
En 2022 comenzará el ciclo olímpico para Bolivia con los Juegos Suramericanos, pero existe preocupación en el raquetbol debido a que la presencia de esta disciplina peligra en los tres eventos multidisciplinarios que se tienen que organizar.
Los Suramericanos se realizarán en Asunción, Paraguay (del 26 de marzo al 9 de abril), luego vendrán los Bolivarianos, que se postergaron de 2021 a 2022 por la pandemia del coronavirus. Será en Valledupar, Colombia (del 24 de junio al 5 de julio), mientras que los Panamericanos de Santiago de Chile se disputarán en 2023 (del 20 de octubre al 5 de noviembre).
En los tres casos se llegó a mencionar que no iban a tomar en cuenta el raquetbol dentro de sus calendarios deportivos, pero la federación internacional comenzó a movilizarse y gracias a ello mejoró la situación para los Bolivarianos y Panamericanos, en tanto que los Suramericanos están casi descartados.
“Estamos esperando que haya una respuesta positiva para el raquet, que seamos tomados en cuenta, nos estamos entrenando para eso, tal vez no como quisiéramos, pero seguimos trabajando”, dijo Conrrado.
“Estamos pendientes de que se incluya el raquetbol, sabemos que es casi un hecho que no estaremos en los Suramericanos, pero estamos a la espera de los Bolivarianos y los Panamericanos, donde queremos revalidar nuestro título y mejorar nuestro desempeño”, aseguró Roland.
Carlos espera “que nos incluyan en los eventos que se vienen y tengo entendido que hay reuniones para que se lo tome en cuenta”.
Fotos: Lima 2019
12-08-2020