Cinco jugadores y dos miembros del cuerpo técnico del Club Fancesa de Sucre corren el riesgo de ser sancionados con una suspensión de seis meses a un año de toda actividad futbolística por agredir a los árbitros del partido contra Real Tomayapo, en una de las semifinales de vuelta de la Copa Simón Bolívar jugada el domingo en Tarija. Todos fueron identificados.
El encuentro se definió por la vía de los penales. Después de que Tomayapo convirtió el quinto y logró el ascenso a la División Profesional de 2021, mientras los jugadores del club tarijeño celebraban, varios futbolistas de Fancesa arremetían contra el cuarteto arbitral y les propinaban golpes de puño y patadas.
La golpiza duró hasta que policías llegaron al lugar y pudieron controlar la situación alejando con gases a los agresores.
El árbitro fue Gaad Flores, asisitido por Relyu Vallejos y Edwin Paredes, todos de La Paz; mientras que Álvaro Cruz, de Tarija, fue designado como cuarto juez.
La norma
El artículo 73 del Código Disciplinario de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), aprobado en el Congreso de Montero en 2011 y que todavía sigue vigente, establece: “El jugador que fuera expulsado del terreno de juego por agredir de hecho y por cualquier medio a los oficiales de partido será sancionado con la suspensión de seis meses a un año calendario, siempre que el acto no causare daño físico o impedimento al afectado”.
Añade que “esas sanciones también se aplicarán a las agresiones realizadas fuera del terreno de juego, en el intermedio o a la conclusión de un partido de fútbol, no siendo necesaria para el efecto la expulsión del agresor”.
El árbitro Flores ya remitió ante el Tribunal de Disciplina Deportiva la planilla del cotejo y en su informe señala que identificó a cinco jugadores de Fancesa y a dos miembros del cuerpo técnico.
También a un dirigente del fútbol de Sucre de apellido Serrudo, que no estaba en la planilla, fue identificado porque tuvo acceso al campo de juego.
En reserva
“Los nombres no pueden ser revelados hasta que se abra el proceso, además es probable que se solicite informe ampliatorio porque hubo mucha gente en la zona de casamatas que no estaba registrada para el partido y cuando se decretó la finalización del mismo ingresó a la cancha directo a agredir”, señaló Víctor Hugo Chambi, de la Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol (ABAF).
La entidad emitió un voto resolutivo en la que califica como graves los hechos en la capital tarijeña y solicita a las instancias punitivas el máximo castigo a los agresores, “que fueron plenamente identificados y que las mismas sean acordes a las que señalan las normas vigentes en la justicia deportiva (Reglamento de Competición y Código Disciplinario de la FBF)”.
También piden medidas de seguridad y garantías para realizar su labor sin el riesgo de sufrir agresiones físicas.
En el documento le exige a la FBF el pago de la póliza de seguro para que los jueces agredidos reciban las atenciones médicas respectivas.
Chambi contó que los cuatro árbitros del partido en Tarija recibieron atención médica primaria en el estadio IV Centenario, llegando a descartar lesiones graves.
Flores y sus colaboradores emprendieron este lunes el viaje de regreso a La Paz por vía terrestre.
También se refirió a la agresión que sufrió Yhony Visaluque, cuarto árbitro del lance de la División Profesional entre Always Ready y Wilstermann, el domingo en El Alto, donde Gastón Ramondino, asistente técnico del valluno, le propinó empujones e intentó cabecearlo.