“Viviste como quisiste, jugaste como quisiste, fuiste campeón y no le pediste cuentas más que al balón. Lo dominabas siempre. Te recordaré siempre”, fue el mensaje de Xabier Azkargorta, el exseleccionador nacional, escrito en las redes sociales como homenaje por la muerte de su amigo Diego Armando Maradona.
La inesperada partida del astro argentino a mitad de semana hizo que saliera a luz la cercanía que el Bigotón tenía con uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol mundial.
Pero Azkargorta no es de hablar mucho de esa relación, menos en un momento como el actual. Prefiere manejarse con un perfil bajo. Por eso cuesta sacarle algunas palabras en esta conversación.
Médico y futbolista
Se conocieron en Barcelona, en 1992, cuando Maradona jugaba en el Sevilla y Azkargorta era el propietario de una clínica deportiva.
“Fue en la Clínica Imesport, mía y de unos socios. Fui su médico y amigo. Esa vez era un Diego Maradona que quería rehacer sus cosas, era la segunda vez que visitaba España, pues primero había estado en el Barcelona. Lo vi con muchas ganas de reencausar su vida y lo hizo en el Sevilla, adonde lo llevó (el técnico campeón del mundo) Carlos Salvador Bilardo”.
Fue en un fin de semana, cuando el Sevilla estuvo en Barcelona para jugar un partido. Maradona se quedó hasta el lunes para hacerse unas pruebas.
“Yo mismo le llevé los resultados al Sevilla, se los entregué a Fernando Signorini (preparador físico personal y uno de los más cercanos a Maradona). Ni me acuerdo de qué hablamos”.
El testimonio de ese encuentro está reflejado en una fotografía conservada por el entrenador.
Aquella vez, esa imagen publicada en la revista argentina El Gráfico fue utilizada por el suplemento deportivo del matutino Presencia para anunciar la llegada del nuevo seleccionador nacional y para que sus lectores conocieran a Azkargorta.
«No sabía que esa foto ayudó para dar una noticia del ‘ilustre desconocido’ en Bolivia», matiza el vasco.
La vida feliz con la pelota
Recuerda más al Maradona futbolista: “Con tal de que en el medio hubiera una pelota era feliz. Estoy seguro de que incluso cuando dormía, si uno le levantaba la frazada, con seguridad que encontraba un balón en sus pies”.
El fútbol lo hizo amigo de Diego; sin embargo, también se enfrentaron deportivamente, aunque a medias. “Cuando yo era técnico del Espanyol jugamos contra Sevilla, pero él no pudo actuar, pues solo estaba entre los suplentes”.
Los años pasaron y los contactos se fueron multiplicando. “Cuando estaba yo en Chile (dirigiendo a la selección de ese país) nos volvimos a ver. No ha sido una cosa que yo he alardeado demasiado y él tampoco, siempre hemos sido discretos”.
Azkargorta también publicó una fotografía con Diego en Londres.
«Con tal de que en el medio hubiera una pelota, Diego era feliz. Estoy seguro. Incluso cuando dormía, si uno le levantaba la frazada, encontraba un balón en sus pies».
No le gusta las comparaciones
El técnico español se considera “un afortunado” porque se deleitó y disfrutó, y aún lo hace, de una camada de número ‘10’. “Somos de una generación que hemos disfrutado de Pelé, de Maradona y ahora de Messi y Cristiano Ronaldo”.
Pero no abunda en ninguna comparación. “Solo digo que desde que existe Maradona, existe el concepto del diez. La gente habla y dice ‘cómo te ha ido’ y otro responde ‘de diez’. Maradona siempre ha ido unido al diez”.
Asimismo, cita también una frase de un comentarista argentino cuyo nombre no recuerda: “La historia se rige con Antes de Cristo y Después de Cristo, de ahora en adelante en el fútbol será Después de Diego”.
También está de acuerdo con un Maradona como “el más terrenal de los dioses”.
“Es así, está reflejada en una caricatura magnífica que vi en redes sociales en la que Maradona llega al cielo y se encuentra con un viejito, entonces le entrega una mano como diciéndole ‘disculpa y gracias’. Es decir que devuelve la mano de Dios”.
Ese par de goles
Xabier Azkargorta ya quiere cortar la comunicación telefónica. Está incómodo. Prefiere recordar a Maradona en su interior. El periodista insiste.
Lo último. Ineludible hablar de los goles que hizo Maradona en el Mundial de México 86, en el que alzó la Copa de campeón.
Contra Inglaterra hizo uno con la mano. ‘La mano de Dios’. Es inolvidable esa picardía.
“En ese partido, después llegó la gran jugada para el segundo. La gente se queda con esa acción y con el resultado final. Además, en ese mismo Mundial hizo un gol a Bélgica parecido al que le hizo a los ingleses, fue también extraordinario; pero creo que por el rival y todo lo que hubo antes, el segundo a Inglaterra sorprendió y maravilló a todo el mundo”.
Era Maradona. Hoy ya descansa “seguramente con una pelota en sus pies”.