El astro argentino de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, murió este miércoles víctima de un paro cardiorrespiratorio. Tenía 60 años de vida (1960-2020)
El campeón del mundo con la Selección Argentina se descompensó por la mañana en la casa del barrio San Andrés, en el partido bonaerense de Tigre, donde vivía desde hacía algunos días luego de haber sido operado de la cabeza.
“Y un día ocurrió. Un día lo inevitable sucedió. Es un cachetazo emocional y nacional. Un golpe que retumba en todas las latitudes. Un impacto mundial. Una noticia que marca una bisagra en la historia. La sentencia que varias veces se escribió, pero había sido gambeteada por el destino ahora es parte de la triste realidad: murió Diego Armando Maradona”, escribió el diario argentino Clarín dando la noticia.
“Lo llora Fiorito, escenografía inicial de esta historia de película y pieza fundacional para comprender al personaje. Lo lloran los Cebollitas donde se animó a soñar en grande. Lo llora Argentinos Juniors donde no solo es nombre del estadio sino el mejor ejemplar de un molde que genera orgullo. Lo llora Boca y toda la pasión que unió a un vínculo que fue mutando, pero conservó el amor genuino. Lo llora Nápoles, su altar maravilloso en el que con una pelota cambió la vida de una ciudad para siempre. Lo lloran también Sevilla, Barcelona y Newell’s, que infla el pecho por haberlo cobijado”.
Como jugador tuvo una impresionante carrera, tan grande como espectaculares partidos en los que dejó con la boca abierta a quienes lo iban a ver jugar.
“Y lo llora la selección argentina porque nadie defendió los colores celeste y blanco como él. En definitiva, lo llora el país entero y el mundo”.
Fue campeón del mundo en 1986, en una maravillosa Copa del Mundo disputada en México, donde convirtió el gol más lindo de la historia y también fue partícipe de la mayor avivada de todos los tiempos que luego fue denominada ‘La mano de Dios’ Murió Maradona. La pelota y el mundo, lloran.