El partido Bolívar vs. Oriente Petrolero arrancó con una jugada polémica: a los 3 minutos el zaguero celeste Anderson de Jesús cayó lesionado por rechazar la pelota. Instintivamente, el delantero albiverde Gilbert Álvarez, viendo al celeste tendido fuera de la cancha, sacó rápido el lateral habilitando a su compañero Jhon García. La acción acabó en penal para la visita por falta de Renzo Orihuela por un empujón.
El árbitro Gery Vargas cobró la pena máxima como correspondía. De inmediato, jugadores de la Academia reaccionaron y encararon a Álvarez y a sus compañeros, a quienes les reclamaron el no haber respetado la lesión del defensor brasileño y, por ende, no haber aplicado el fair play.
Estaba fresco el recuerdo de lo ocurrido en el juego entre Chile y Bolivia por eliminatorias mundialistas el pasado martes. En ese partido, el golero nacional y de Bolívar Carlos Lampe sufrió una lesión, que el delantero chileno Eduardo Vargas pasó por alto y convirtió un gol con arco a disposición. Luego le llovieron las críticas por no haber jugado limpio.
Después de los empujones y las recriminaciones, cuando volvió la calma a la cancha del estadio Hernando Siles, el propio Álvarez se hizo cargo de ejecutar la pena máxima y, por solidaridad con Anderson, le entregó la pelota a Rubén Cordano, quien le agradeció el gesto.
El ejemplo de fair play se dio a los 9 minutos. El público, con mayoría de bolivaristas en las tribunas del estadio Hernando Siles, premió al jugador de Oriente con aplausos.
Gilbert Álvarez es uno de los goleadores del torneo Clausura de la División Profesional.
Por lesión, De Jesús fue reemplazado por José Sagredo.