Triunfo monumental. Pasaron 31 años para que Bolivia logre una victoria como visitante en eliminatorias. Lo hizo este martes en Santiago, donde se impuso a Chile (1-2) en el estadio Nacional por la octava jornada camino a la Copa del Mundo de 2026.
Tremenda hazaña fue conseguida por Óscar Villegas y la nueva selección. La Verde jugó un partido memorable: se defendió muy bien, con enorme sacrificio, pero sin “colgarse” del travesaño, con argumentos perfectos para desmoronar los planes del rival; y en lo poco que atacó hizo un gran daño.
Con el resultado, el país empieza a soñar porque la selección nacional se mete en la lucha, con la esperanza encendida de volver a un Mundial.
Carmelo Algarañaz y Miguel Terceros fueron los autores de los dos goles para el segundo triunfo consecutivo de la “era Villegas”. El primero había sido la goleada a Venezuela (4-0). Bolivia está de nuevo en carrera.
La Verde efectiva
Bolivia fue un equipo efectivo al 100% en el primer tiempo: tuvo dos jugadas de gol y las convirtió ambas. Así se fue al descanso ganando de manera merecida. Chile había hecho el gasto en vano.
La Verde jugó muy aplicada en defensa desde un comienzo. Como se presumía, fue atacada con fuerza. Pero la selección nacional no se replegó por completo, sino que distribuyó bien la marca.
Sorprendió a los 13 minutos: salió un pelotazo hacia la izquierda, el zaguero Matías Catalán no pudo rechazar y la pelota le quedó a Roberto Carlos Fernández, quien a pesar de la marca logró mandarla hacia el centro, donde Carmelo Algarañaz definió perfecto (0-1).
Chile llevó el juego a territorio contrario, pero Bolivia le cerró bien todos los caminos. El retroceso de la Verde era muy compacto, ser dominada no le hizo mayor daño.
El empate a los 39’ fue un accidente, Marcelo Suárez optó por pasar hacia atrás para Carlos Lampe, pero el golero antes de pegarle al balón se lesionó y cayó, entonces Eduardo Vargas se fue solo y convirtió (1-1).
Los jugadores bolivianos le reclamaron por no haber interrumpido la jugada. Él entendió que no tenía por qué hacerlo. Hubo manotazos, empujones y demás.
En cuanto volvió el juego Bolivia hizo el segundo, volvió a escapar Fernández por la izquierda, descargó hacia el centro y Miguel Terceros de media vuelta mandó la pelota adentro. Fue a los 46’.
La resistencia
La lesión de Lampe había provocado el cambio de arquero, fue así que a Guillermo Viscarra le tocó soportar la mayor presión ofensiva que Chile ejerció en todo el segundo tiempo.
Lo intentó todo el local, pero siempre tuvo complicado ejecutar cada acción por lo bien que Bolivia estaba parada. Fue una tarea sacrificada de todos los jugadores nacionales.
De entrada casi llega el empate por un cabezazo de Vargas, fue una definición apenas desviada.
Chile buscó por los costados, también por el medio, pero siempre había gente boliviana que rechazaba o se cruzaba.
Viscarra se lució a los 70 minutos, fue una doble gran atajada: primero sacó con los puños una pelota complicada y después sus reflejos le llevaron a atajar un cabezazo de Catalán.
El equipo local “bombardeó” en la recta final, Vargas se la perdió en la puerta del arco.
A los 82’ el árbitro cobró penal por supuesta mano de Diego Medina. Desde el VAR lo llamaron y revisó su decisión inicial porque la pelota, en realidad, había dado en el rostro del lateral boliviano.
Chile no cesó de atacar en el final ante una Bolivia que puso alma, vida y corazón para defender la gran victoria. Un triunfazo.