Pablo Escobar no se irá de Bolivia, el ex seleccionador nacional de menores continuará trabajando en el fútbol del país, analizando y encarando “proyectos nuevos”.
Dijo que el fútbol boliviano necesita del apoyo “de todos”, de lo contrario será difícil que progrese. En especial se trata de brindar verdadera atención a las bases.
“Queremos que aparezcan los jóvenes sin invertir” en ellos, reflexionó, indicando que ese no es el camino.
El ídolo de The Strongest terminó hace unos días su labor en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) después de dos años y tres meses, al haber finalizado su contrato.
“Ahora vamos a analizar nuevos proyectos, vamos a estar atentos a nuevos desafíos. Vivo aquí (en Bolivia), tengo tres hermosos hijos nacidos en La Paz, uno de ellos juega, y me interesa que el fútbol nacional vaya para adelante”, declaró este jueves en Futbolmanía.
La FBF comunicó el pasado viernes el fin del ciclo de Escobar y de su equipo de trabajo, al mismo tiempo que anunció a Óscar Villegas como director técnico de todas las selecciones nacionales, a cargo de un plan con una duración de 10 años (2024-2034).
“Estábamos sujetos a las decisiones (de los dirigentes), la Copa América no trajo las mejores sensaciones y se optó por el cambio total. Que lo que venga sea bueno y mejor”, agregó.
Como fue su compromiso, el lunes entregó a la FBF los informes “de los 27 meses de trabajo” bajo su mando con el detalle adicional sobre cada uno de los futbolistas que pasaron por las selecciones Sub-15, Sub-17, Sub-20 y Sub-23.
Hay que involucrarse
Escobar dijo que la situación que atraviesa en la actualidad el fútbol boliviano es parte de una realidad que solo se la podrá cambiar para bien “si nos involucramos todos”, desde el Estado.
Hizo notar que la formación no tiene que ser exclusiva responsabilidad de quienes asumen funciones, por ejemplo, en las selecciones nacionales, sino que debe partir “en los 16 clubes” de la División Profesional que deberían tener “su área formativa” y lo mismo en las nueve asociaciones departamentales de fútbol.
En tal sentido el aporte tiene que venir desde cada uno de esos sectores, pero también con impulso de afuera, como el del gobierno de turno.
“Las fallas son de fondo, no de forma y es una situación muy complicada en muchos aspectos. Necesitamos involucrarnos, ver cómo aportamos entre todos”, subrayó.
Dos vueltas a Bolivia
Contó que durante el tiempo que estuvo a cargo junto con Marco Sandy su cuerpo técnico se relacionó de manera permanente con clubes y asociaciones de todo el país en la búsqueda de nuevos talentos.
“Nosotros visitamos a las asociaciones dos veces a cada una, se han hecho labores en diferentes aspectos. Pero hay que tomar en cuenta que a cada selección llegan 30 a 35 chicos que tienen todas las posibilidades de recibir un buen respaldo, sin embargo, en el país hay muchísimos más” y son los que necesitan atención de los directos responsables, que son los clubes y las asociaciones.
Todavía en Bolivia se disputan torneos cortos, de dos semanas como ocurrió hace unos días con el Nacional Sub-17 de clubes ganado por Tomayapo de Tarija, sin embargo, existe el compromiso de los dirigentes de la FBF de poner en marcha campeonatos sostenibles por al menos seis meses para que los futbolistas jóvenes “tengan una mejor formación a nivel competitivo”.
Además, hizo notar que, con las gestiones correspondientes, se puede conseguir apoyo externo.
Por ejemplo, Bolivia ya tiene en funcionamiento, gracias a la labor de su equipo, un par de programas de la FIFA para el desarrollo del fútbol en el país: Desarrollo de Talentos, por una parte y Entrenadores de Talentos, por otra, todo cubierto por el máximo organismo del fútbol internacional que, además, ha destacado a sus propios supervisores para que acompañen la inversión realizada en el fútbol nacional.