Los caminos hacia Mallasa, la Cumbre, el Molino Andino, Ventilla, la Cumbre de Uni, entre otros, fueron los escenarios para los cerca de 108 ciclistas que aceptaron el reto de cumplir este año con los 3.428 metros de ascenso de la tradicional competencia Yolosa-La Cumbre, que en esta gestión tuvo que realizarse en diferentes lugares debido a la pandemia.
La COVID-19 obligó al grupo Los Huanca a reinventarse y buscar alternativas para llevar adelante esta prueba que se volvió habitual en el país y que cumplió con su decimoquinta edición.
Por ello entre el 10 y 31 de octubre los participantes inscritos en la competencia ahora denominada “3428 YLC Fest” debían cumplir con los 3.428 metros de ascenso, que normalmente es el trayecto desde Yolosa hasta La Cumbre en Yungas.
Como regla la organización dio un máximo de 48 horas seguidas (un fin de semana) para que los pedalistas pudieran cumplir con el reto y, de esa manera, convertirse en “finishers”, es decir, los que terminan el trayecto.
Escenarios
Muchos participantes se reunieron en grupos, respetando los protocolos de bioseguridad, para afrontar el reto, uno de ellos fue el Club de Tenis La Paz (CTLP), cuyos socios e invitados pedalearon el 24 y 25 de octubre.
“El primer día partimos del CTLP en La Florida hacia el puente de Valencia, el Molino Andino, para terminar nuevamente en el club. Llegamos a una altimetría aproximada de 1.500 metros. En la segunda jornada arrancamos nuevamente del CTLP, fuimos hacia la Cumbre de Uni, Ventilla y repetimos el mismo trayecto para llegar a completar la altimetría de 2.000”, explica a PREMIUM Carminia Molina, capitana de la disciplina de ciclismo de la institución.
Fueron 32 socios del club los que participaron, pero 29 de ellos completaron el ascenso, mientras que los restantes tres fueron como acompañantes.
Otros pedalistas que pertenecen a diferentes grupos fueron por “Palca, Yolosita, La Cumbre, de Potosí a Sucre, también por diferentes rutas de Cochabamba, donde un hombre mayor, Jorge Cordero, completó el ascenso”, detalla Carla Serrate, miembro del Comité Organizador.
Al camino original
Álvaro Sánchez, otro de los socios del CTLP, fue uno de los pocos pedalistas que se animó a ir al tramo Yolosa-La Cumbre para completar con el ascenso original que pasa por Chuspipata, Unduavi, Pongo y La Rinconada. Lo hizo el 11 de octubre con un tiempo de 5 horas y 16 minutos.
“Hay que destacar lo que hizo Álvaro, pues pasó por el recorrido original y fue solo, lo cual es mucho más complicado, porque siempre es bueno ir con alguien más para que exista apoyo mutuo para terminar sin mencionar la necesidad de competencia, porque la adrenalina hace que termines”, señala Carminia.
Aparte de los socios del CTLP otros grupos de pedalistas también fueron a Yungas, pero hicieron el recorrido dos veces desde Yolosa hasta Chuspipata.
Igualmente fueron por Mallasa y otros sectores.
En el exterior
La competencia es muy conocida incluso a nivel internacional y por ello cada año llegan al país ciclistas de diferentes partes del mundo para participar en esta prueba que pasa por el denominado Camino de la Muerte.
En esta ocasión los pedalistas de otras naciones aceptaron en sus países.
Hubo participantes de: Panamá, Perú, Papua Nueva Guinea, Francia, Estados Unidos, Ecuador, Colombia y Chile. En esta edición no hubo ganadores, sino finishers, quienes recibirán medallas virtuales por haber terminado la prueba, aunque la nueva experiencia ha sido su más grande recompensa.
Fotos: Club de Tenis La Paz y Grupo Los Huanca