Solo faltaban 4 días para el inicio de la Copa del Mundo USA 94 y el debut de Bolivia en el partido inaugural contra la vigente campeona Alemania. La selección nacional trabajaba en su concentración montada cerca de Boston, en Estados Unidos, contando los días y las horas hacia el esperado gran momento, marcado para el 17 de junio.
La expectativa era tal que uno de los periódicos más importantes de Bolivia en esa época lanzaba el 13 de junio su edición estadounidense en Chicago, donde iba a debutar la Verde: “Presencia de Bolivia en USA”, titulaba.
Uno de los temas era el éxito que habían tenido los grupos de La Diablada y los Caporales en una entrada en pleno centro de Chicago, exhibiendo el patrimonio cultural del país.
Ajena a la fiesta, la selección nacional se entrenaba poco antes de viajar a la sede de su primer partido.
La Razón destacaba la sesión del día anterior desarrollada ante por lo menos 1.000 espectadores que se dieron cita en la universidad donde el equipo dirigido por Xabier Azkargorta desarrollaba su labor.
“Ante mil pares de ojos: Bolivia muestra su trabajo”, era el principal titular. En sus páginas interiores anotaba que a esas alturas Azkargorta ya tenía definidos a 10 titulares y solo quedaba un cupo pendiente, debido a que Luis Héctor Cristaldo aún sufría “una leve lesión”.
E informaba que el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Guido Loayza, había sufrido un accidente de tránsito, aunque sin mayores consecuencias. “¡Qué susto! el de Loayza”, remarcó.
Mucha gente de diversos ámbitos daba su parecer sobre lo que podía ser la participación de Bolivia en el Mundial. “Preparados para lo peor, esperando lo mejor”, decía el presidente del país Gonzalo Sánchez de Lozada.