Los habituales reclamos airados de los jugadores hacia los árbitros en el fútbol boliviano desaparecieron por completo en la final de ida entre U de Vinto y San Antonio (1-2), con la presencia de una terna chilena que relegó a los jueces nacionales, este miércoles en el estadio Félix Capriles de Cochabamba.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) decidió que sean árbitros extranjeros los designados para este encuentro: Juan Ignacio Lara fue el central, asistido desde las bandas por Juan Serrano y Alejandro Molina. En el VAR estuvo José Cabero. Los cuatro de Chile llevan la insignia FIFA.
Por arte de magia los futbolistas en general tuvieron un buen comportamiento. No hubo ningún reclamo airado. En el segundo tiempo solo algún atisbo de reclamo ante una decisión tomada por Lara.
El árbitro expulsó a los 49 minutos, antes de la conclusión del primer tiempo, al jugador de Universitario Julio Vila. No hubo ninguna reacción en contrario.
También cobró un penal a favor de U de Vinto a los 63’. Al respecto, ningún futbolista de San Antonio dijo nada, ni siquiera se le acercó para decirle algo.
La vez que tuvo que ir al VAR no hubo futbolistas rodeándolo en su camino o discutiéndole la determinación, ni antes ni después.
Lo máximo que tuvo que hacer el árbitro fue reprender a un par de jugadores por una discusión entre ambos.
El cambio de actitud de los futbolistas obedeció claramente a la presencia de jueces extranjeros en la cancha.