La unidad absoluta que había en la División Aficionados con sus nueve asociaciones departamentales brindando un fuerte respaldo a la actual gestión de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ha sufrido en las últimas semanas una fractura a partir de la decisión de la Asociación Cruceña (ACF), de rebelarse al no aceptar una auditoría a la administración de recursos y denunciar una supuesta injerencia desde la matriz del fútbol nacional.
De esa manera, la FBF ha perdido momentáneamente una importante aliada, tomando en cuenta que la asociación de fútbol más fuerte del país es la de Santa Cruz, desmarcada solitariamente del cuerpo que conforman ahora las ocho entidades restantes, que de inmediato han tomado partido en defensa de la Federación.
La FBF y la ACF, que hasta hace poco iban de la mano, están fuertemente distanciadas y más aún con las duras acusaciones y contraacusaciones recientes, que han vertido sus presidentes Noel Montaño y Fernando Costa, respectivamente.
El rompimiento
Costa recordó este lunes en una conferencia de prensa que fue Montaño uno de los dirigentes que lo postuló a la presidencia de la FBF, lo que ocurrió hace poco más de tres años.
Lo dijo en respuesta a la aseveración de Montaño, quien cuestionó al actual titular de la federación por haber sido supuestamente elegido de manera ilegal porque no cumplía los requisitos para postularse.
Después de convivir en tranquilidad en esos tres y pico de años, las diferencias comenzaron hace poco. Coincidentemente, ambos fueron citados por la Fiscalía de Santa Cruz para que presten su declaración como testigos en el caso del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, quien fue jugador de un club de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) con el nombre falso de “Luis Amorim Santos”.
Costa informó que en lo poco que logró avanzar la comisión especial de auditoría designada por la FBF, logró datos sobre anormalidades que hubieran existido en la inscripción de futbolistas en la Asociación Cruceña, entre ellos en la de Marset, especialmente en este caso por la rapidez que tuvo el procedimiento.
Más temprano, el presidente federativo lanzó una fuerte frase en un programa de televisión: “no permitiré dinero sucio del narcotráfico en el fútbol boliviano”, enfatizó.
Según Montaño, todo lo requerido por la Fiscalía de Santa Cruz ha sido presentado y la ACF está “a disposición” para seguir colaborando en la investigación del caso.
Hace y deshace
El dirigente cruceño acusó a Costa de ser la persona que, por su poder en el fútbol, decide quién sube y quién baja, en alusión a los ascensos y descensos.
En una reunión llevada a cabo el jueves en Santa Cruz, con representantes de varias entidades locales, dijo que Costa está empeñado en perjudicar al fútbol cruceño, tanto a los clubes de la División Profesional como de las asociaciones.
Costa, al negar ese extremo, anunció que, una vez que se han cumplido los plazos a la espera de una retractación del presidente de la ACF, demandará a Montaño tanto en la justicia deportiva como en la ordinaria, a fin de que “presente las pruebas de sus acusaciones o se atenga a las consecuencias”.
La auditoría
Montaño señaló que Costa ordenó una “intervención” de la FBF a la ACF, “disfrazada” con una supuesta auditoría.
Afirmó que la Federación no tiene ni siquiera potestad, según su estatuto, para pedir cuentas a las asociaciones, que gozan de una administración Independiente.
La FBF exige a las asociaciones la rendición de cuentas de los recursos que recibieron provenientes de la venta de los derechos de televisación de la División Profesional, que concedió un 10% en favor de las departamentales.
Costa recordó que hubo un compromiso de las nueve asociaciones para rendir cuentas y dijo que “sospechosamente la única que se opone a dar esa información es la Asociación Cruceña”, porque todas las demás han cumplido con el acuerdo.
Informó que mientras mantenga esa posición, la FBF no entregará más recursos a la Asociación Cruceña.
Las otras ocho asociaciones departamentales emitieron un pronunciamiento en favor de Costa y conminaron a Montaño a que presente pruebas de sus acusaciones.