Cada que sale una convocatoria de jugadores a la selección nacional surgen opiniones divergentes. Es normal, no todos podemos estar o no de acuerdo. Hay nombres que nos parecen bien puestos, hay otros que no y también solemos reclamar por los que no están.
Solo quiero esta vez opinar sobre la presencia de Henry Vaca en la más reciente nómina. ¿Farías le está lanzando un salvavidas al jugador del Goianiense? ¿Es una manera de apoyarlo en un momento difícil para el futbolista? O es que realmente cree que el mediocampista que no juega hace ya mucho le va a ser útil en los partidos que vienen.
Lo cierto es que no deja de ser llamativo que un jugador casi echado de su club de pronto aparezca en una nómina de selección (¿sucede en alguna otra parte del mundo?) y aquí me remito a los hechos: el presidente de Goianiense ha hecho declaraciones tan fuertes contra el boliviano que son casi empujones para dejar fuera de su club a Vaca. No juega, ni siquiera es tomado en cuenta. Los motivos no sé y no me aventuro como otra gente a llamarlo indisciplinado al futbolista porque hasta ahora eso no ha sido comprobado. Que al parecer exista algo, es otra cosa.
Dejo en claro también que no tengo la menor duda sobre la capacidad profesional de Farías. Pero a veces pienso que suelen haber momentos en que se le cae un tornillo o al hacer ajustes le resulta alguno sobrando. En este caso creo que es una idea descabellada traer a Henry Vaca, mínimamente una idea extraña.
Ahora, si el jugador hace en la cancha, ya sea frente a Ecuador o Paraguay, algo tan loco como Farías al traerlo y que nos alegre, voy a pensar que de vez en cuando resulta bueno que esa pequeña pieza que todos tenemos se nos escape de las manos.