Erwin Saavedra volvió a ser el jugador de antes en Bolívar, el desequilibrante que tuvo a mal traer al sistema defensivo de Audax Italiano.
Marcó el gol del empate, de penal; pudo convertir un golazo de tiro libre y fue protagonista de la mejor jugada del partido.
Desde su posición de volante encaró hacia terreno rival. Apoyado en su gambeta generó varias situaciones de peligro. Faltó que alguien más definiera.
Tomó la responsabilidad de ejecutar el penal, lo hizo con solvencia y con fuerte remate a media altura, a la derecha del golero, estableció el 1-1 parcial.
En los varios minutos que Bolívar fue superior en la cancha, Saavedra se convirtió en uno de los conductores del juego e hizo sociedades con Álvaro Rey y Juan Carlos Arce.
En la segunda mitad fue protagonista de dos acciones para aplaudir: la primera fue a los 12 minutos con una jugada en la que a pura gambeta corta se sacó la marca de al menos tres zagueros, llegó hasta el fondo de la cancha y mandó un centro hacia atrás que Anderson culminó mal y mandó la pelota fuera de la cancha.
Luego (a los 22) tomó a su cargo un tiro libre, casi sin ángulo estuvo de anotar, pero el arquero llegó a tiempo y logró desviar.
Bolívar jugó bien. El técnico Wálter Flores acomodó las piezas en su lugar y entonces se pudo ver un buen rendimiento de Diego Bejarano y Jorge Flores, quienes apoyaron al ataque con sus habituales desbordes. Al segundo, en una de sus proyecciones le cometieron el penal.
Bolívar perdió, pero la diferencia es remontable y tiene la ventaja de que definirá la serie dentro de una semana en su casa del estadio Hernando Siles.
Fotos: Conmebol