Marcelo Ortubé es de los pocos árbitros nacionales que ha llegado lejos en el deporte. Hijo de Arturo y sobrino de Óscar, dos referentes del pasado arbitral, labró su propio destino y alcanzó metas ambiciosas que se trazó con el silbato y las tarjetas rojas y amarillas en el bolsillo.
“El silbato dorado” lleva como título el documental que presenta el periodista Gustavo Cortez en la plataforma de YouTube este martes 26 de diciembre, día del onomástico de Marcelo Ortubé.
La entrevista refleja sus inicios, sus primeros partidos en la Liga, sus partidos internacionales y su arribo, en 2002, al Mundial de Corea y Japón, donde dirigió el encuentro entre Suecia y Nigeria.
También cuenta las vicisitudes que transitó a lo largo de su trayectoria en el campo de juego. En determinando momento pensó en dejar el arbitraje, fue cuando sufrió una terrible agresión en Tarija, en un cotejo por el descenso indirecto entre Ciclón y Destroyers.
Recuerda que el entonces presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez (+), le habló, lo reflexionó y eso hizo que siguiera su andadura en el arbitraje.
Dice que el fútbol está lleno de pasajes anecdóticos y le pasó de todo. Un día un joven dirigente quiso sobornarlo.
La cúspide de su carrera arbitral la alcanzó en el Mundial 2002. Ya en 1998 escuchó que su nombre estaba siendo considerado por la FIFA para ser convocado para una Copa del Mundo, pero el llamado esperado llegó cuatro años después.
Tiene dos hijos. Vive en Obrajes. Es contador y recién se graduó en la carrera de Comunicación Social. Está contento porque ahora tiene otros emprendimientos profesionales.
El documental se lo puede ver en este enlace: https://youtu.be/DEzRnOo0zww