Cumpliendo una buena Copa Libertadores de América, Bolívar llegó este año a cuartos de final de ese torneo internacional; sin embargo, está por fracasar en el otro objetivo que se había fijado a comienzo de temporada, ser campeón boliviano.
Con ese panorama, el técnico Beñat San José decidió marcharse antes de fin de año, abandonó al club cuando aún faltan cuatro jornadas para la conclusión del “todos contra todos” y la fase final del certamen “por series”.
En uno de esos certámenes, la Academia tiene una escasa chance de alcanzar el primer lugar; en el otro está clasificado para disputar los cuartos de final, aunque ese torneo no entregará título nacional.
Aunque San José se marchó elogiado por el presidente celeste Marcelo Claure, por la buena campaña en la Libertadores, el rendimiento de Bolívar bajo su mando ha quedado lejos de los mejores años.
¿Qué pasó en 2004 y 2014?
¿Es posible hacer una buena campaña en los dos frentes en una misma temporada, o sea, en el torneo internacional y a la vez en el certamen doméstico?
Hay dos ejemplos del mismo Bolívar que son superiores a lo que hizo San José.
En 2004, Bolívar fue subcampeón de la Copa Sudamericana y también campeón boliviano en el Apertura; entonces el presidente celeste era Mauro Cuéllar Caballero (+). Y el plantel estaba dirigido por Vladimir Soria.
Se llevó el título con una amplia superioridad. Cosechó 53 puntos. Lo escoltaron Aurora (38) y Wilstermann (36).
Diez años después, en 2014, la Academia, conducida en la dirección técnica por Xabier Azkargorta, llegó hasta semifinales de la Libertadores. El mismo año se coronó campeona del torneo Apertura. La presidencia estaba a cargo de Guido Loayza.
En esa ocasión se llevó la corona en un certamen más parejo. Logró 46 unidades, seguido por Oriente Petrolero (42) y The Strongest (37).