La selección nacional mueve a diario aproximadamente unos 450 kilos de material para desarrollar sus entrenamientos. Todo está distribuido en unas 15 bolsas, cada una con capacidad para 30 kilos.
Mayormente en La Paz, que es su principal centro de trabajo, y algunas veces en Santa Cruz, como ahora, preparando el viaje a Asunción de Paraguay, el grupo traslada todos los días esa cantidad de bolsas del hotel a la cancha y viceversa, con lo necesario para desarrollar cada una de las sesiones.
En esas bolsas van desde los balones de fútbol, conos, banderillas, cintas, barreras, colchonetas de gimnasio, las zapatillas de los futbolistas y otros materiales, todo a cargo del asistente de útiles Hugo Segales y sus colaboradores.
Asimismo, hay camillas móviles y materiales portátiles para realizar sesiones específicas de fisioterapia y kinesiología, lo que está a cargo de los responsables del área.
También el cuerpo médico maneja equipos portátiles para prevenir y tratar lesiones. En ese grupo, igualmente están los nutricionistas que llevan a la cancha todo el menú que han preparado para que consuman los jugadores inmediatamente después de los entrenamientos: sobre todo abundante fruta, bebidas hidratantes y carbohidratos.
Con todo el material, un minibús sale del hotel de concentración al menos una hora y media antes de la hora fijada para el inicio del entrenamiento del día, la utilería llega al escenario con la debida anticipación y realiza una intensa labor como para que el grupo de futbolistas llegue directo a sesionar.
Como parte de la logística está Ramiro Segura, quien se vinculó a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) hace casi 30 años, cuando Bolivia luchaba por clasificarse al Mundial de Estados Unidos 94.
Este “otro equipo” de la Verde lo comanda Segales, quien trabaja en utilería del seleccionado desde 1999, cuando comenzó colaborando con Oscar Rodríguez (+), quien era parte del seleccionado mundialista en Estados Unidos 1994.