Xabier Azkargorta no tiene pelos en la lengua. Además, su palabra es más que autorizada si se refiere al fútbol boliviano, por los éxitos del pasado bajo su mando y por el conocimiento que tiene de la situación.
El Vasco que llevó a Bolivia a Estados Unidos de 1994 se refirió a lo ocurrido en las dos primeras jornadas de las eliminatorias para el Mundial de Qatar. De lo deportivo y de lo institucional en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
“Se juega como se vive”, repite esa su ya famosa frase, en alusión a “la convulsión” en el fútbol nacional y en general en el país.
– Brasil 5-Bolivia 0 y Bolivia 1-Argentina 2, ¿qué le parecieron?
El de Brasil, donde ocurrió lo que tenía que ocurrir y me animo a decir que fue lo que estaba previsto.
Lo de Argentina creo que en la primera media hora el equipo boliviano jugó muy bien, luego vi de mucho tiempo tanta mala suerte en un partido. Si se analizan los dos goles de Argentina, uno se produce justo antes del descanso en una acción en ofensiva que nunca ocurriría en ningún equipo. El segundo llega después de una salida de Carlos Lampe que va fuera de banda y un jugador (Bruno Miranda) tiene la mejor intención de que no salga la pelota, y se la entrega nada menos que a Messi, quien en tres cuartos de cancha organiza el contragolpe. No tuvo mucha suerte la selección, pero tampoco jugó un gran partido.
– ¿Cree que afectó en el plantel la pugna de dos dirigentes por llegar a la presidencia de la FBF?
– Todo afecta. Lo que pasa es que cuando tú quieres reclamar algo en este momento no hay donde hacerlo. Hay un presidente reconocido por la Conmebol y FIFA y hay otro reconocido por un Amparo Constitucional vía judicial normal. No sabes quien realmente manda.
He visto varios artículos de opinión en los medios y creo que, efectivamente, esta selección sufre realmente un sabotaje.
Imagínate que una persona con toda su buena voluntad quiere algo bueno para la Federación y la selección, pero a quién recurre. No hay una dirigencia con cara y ojos; en cambio hay otra dirigencia que incluso ha hecho correr a jugadores que estaban en la selección con base en una legalidad que dice que hay. La verdad es un tema complicado y no hay respuesta.
Encima, estoy muy sorprendido por esa ‘vocación de gran servicio’ que tiene todo el mundo para ayudar al fútbol.
– ¿Lo dice en serio o con ironía?
– Ellos sabrán lo que hacen, pero en su actitud veo que no les importa ni el fútbol ni la selección ni muchas cosas; pero sí quieren manejar la plata, quieren hacer una serie de cosas que es complicado entender.
– Está hablando irónicamente…
– Para eso está el periodismo, para captar esa vocación de servicio de la gente.
– ¿Se confirma la frase que les dijo a los jugadores hace unas semanas de que a la selección todos la quieren joder?
– Fue así, dije eso. Hay una frase hecha de que ‘la Verde es el equipo de todos, lo dijimos muchas veces, pero yo dije que todos la quieren joder’. Es que es así y lo demuestran con actitudes de uno y otro.
Hay DT que no cuenta con jugadores porque clubes se niegan a prestar y eso que es obligatorio, luego otros se van porque su club argumenta ilegalidad. Pienso que hay que hacer una renovación profunda, quizá con sueldos más justos y sin tanta ‘vocación de servicio’ para ayudar al fútbol.
Está claro que es una cuestión dirigencial. Recuerdo cómo aquellos clubes que lo vieron como traidor a Robert Blanco por votar por César Salinas para presidente de la FBF, ahora se agarran de él como clavo ardiendo para que sea el nuevo presidente. Hace un mes era el diablo, el traidor; ahora para esos mismos es el único que puede ser presidenciable, es al que apoyan y me dejan confundido.
“Hay un presidente reconocido por la Conmebol y FIFA y hay otro reconocido por un Amparo Constitucional vía judicial normal. No sabes quien realmente manda”.
– ¿Usted cree que esta situación puede cansar a César Farías y que el DT decida levantar las manos?
– Creo que los técnicos somos de una raza que salvo excepciones no dejamos de trabajar. Otra cosa es que la línea de trabajo no concuerda con lo que quieren hacer los dirigentes, entonces damos un paso al costado.
Aquí hay un cuerpo técnico, pero no hay la parte dirigencial. Farías si piensa hacer algo no sabe a quién dirigirse.
– ¿Se aplica eso que usted siempre dice: ‘se juega como se vive’?
– Así es. En este momento estamos viviendo una convulsión social en el tema futbolístico, político y administrativo con elecciones de por medio y luchas. En la cuestión política del país también veo a todos (candidatos) con vocación de servicio. La frase queda acomodada. El fútbol es fiel reflejo de lo que pasa en el país. En la FBF hay una impresionante ‘vocación de servicio’ como en la política.
El tema de los dirigentes es espinoso, unos van de acuerdo con esa idea de que a la Conmebol y FIFA no les gusta nada que haya gente o Estados que se impliquen; hay otros que no les interesa eso porque quieren llegar al poder y disponer de ese poder.
No por ser fútbol uno puede hablar con total tranquilidad, el fútbol también necesita seriedad.
– ¿Con dos derrotas al hilo en el inicio, cree que nos podemos clasificar?
– Son tres puntos menos y quizá Argentina ni los tenía en planes, creo que habría quedado satisfecho con el empate. La realidad es que nos tenemos que preguntar en qué punto está el fútbol boliviano como para poder ganar a las dos grandes potencias futbolísticas del mundo.
Somos diez equipos, son 18 partidos, quedan 16 para jugar y creo que sí se puede, pero para poder luchar por algo hace falta una buena administración.
– ¿Cómo vio el debut de varios jugadores en la selección?
– Hay que convencer al futbolista boliviano de que es igual jugar con Brasil y Venezuela, y de que son tres puntos en juego siempre. El viernes mandé al cuerpo técnico un mensaje que decía ‘es mejor perder una vez 5-0 que cinco veces 1-0’. Si uno no está preparado y siente que no tiene esa responsabilidad de jugar con un equipo grande, pues que se dedique a otra cosa.
“Recuerdo cómo aquellos clubes que lo vieron como traidor a Robert Blanco por votar por César Salinas para presidente de la FBF, ahora se agarran de él como clavo ardiendo”
También pienso que hay que recuperar la jerarquía del jugador que va a la selección. Hubo muchos que estuvieron en la concentración a quienes no les hemos visto jugar nunca, es extraño que hayan estado. Hay que volver a eso de que uno va a la selección porque se lo gana.
Y también hay que valorar y catalogar si un jugador que está en el equipo B o de formación del exterior es mejor que cualquiera que lleva un montón de partidos en Bolivia. No porque hayan jugado tres partidos buenos estarán para ser convocados.
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