El partido entre Wilstermann y Always Ready acabó con incidentes. Todo se originó debido a la presencia del exjugador aviador Marcelo Suárez en filas de la banda roja.
El enojo de la barra de Wilster contra el zaguero que decidió abandonar al club para forzar su salida y fichar por otro tocó fondo con un cartel colocado en una de las tribunas del estadio Félix Capriles.
“Suárez tus días están contados”, rezaba el mismo, según una foto tomada por el diario valluno Opinión.
Ni el árbitro ni ninguna otra autoridad dentro del partido hizo parar el partido por la aparición del agresivo mensaje.
Repudio al jugador
Suárez jugó la primera mitad del año para Wilstermann. Sin embargo, luego de un partido en Santa Cruz decidió abandonar la delegación y no volver a Cochabamba.
La semana pasada fue anunciado por Always Ready y habilitado provisionalmente para jugar en filas de la banda roja, mientras el caso se ventila en los tribunales deportivos.
Su actitud generó repudio en su contra de parte de la gente aviadora.
En cuanto saltó desde el banco de suplentes hasta un costado de la cancha para calentar, recibió un hostigamiento de parte de los aficionados.
Según el periodista de campo de la transmisión oficial del partido, Suárez respondió haciendo gestos obscenos.
Su ingreso a la cancha en el segundo tiempo tensó la actuación de jugadores de ambos equipos.
El aviador Rodrigo Amaral tuvo más de un encontronazo con el zaguero.
“Fue una provocación”
Amaral declaró al final del partido que la decisión de Always Ready, de incluir en su equipo a Suárez en un momento tan tenso por la coyuntura, fue “una provocación” de parte de la banda roja, por ello generó la reacción de la gente y hubo incidentes.
Además, fue claro para expresar el pensamiento que tienen los integrantes de Wilster sobre la actitud de Suárez: “Le faltó el respeto al club y nos faltó el respeto a nosotros”, enfatizó.
Los efectos de los gases
Cuando Always Ready se retiraba de la cancha, luego de perder por goleada (3-0), desde la tribuna sus integrantes fueron agredidos con objetos y fuegos artificiales que eran lanzados por los aficionados desde una de las tribunas.
Entre las cosas que caían hubo una bomba de gases lacrimógenos que afectaron a los futbolistas visitantes, algunos recurrieron a oxígeno para superar el mal momento.