Pese a que Blooming pagó la deuda económica que tenía con el brasileño-boliviano Jefferson Tavares, la FIFA no le permite habilitar a sus refuerzos como castigo porque el club rompió contrato “en el periodo protegido”, informó el abogado de la institución cruceña Eduardo Martins.
“El club pagó lo que decía la resolución FIFA (deuda a Tavares), pero Blooming continúa con una restricción en la habilitación de jugadores. FIFA asegura que el club incumplió al romper contrato con Tavares en el tiempo protegido ya que había dos años de contrato”, declaró Martins al programa cruceño Gente de Fútbol.
Este período comprende las primeras tres temporadas del contrato del futbolista o los tres primeros años. Cuando esta rescisión se produce durante este período, el Reglamento de FIFA deja claro que deberán imponerse sanciones deportivas al club.
Por ello, sus refuerzos nacionales: Marc Enoumba, Luis Haquin, Moisés Villarroel y Carlos Melgar no están disponibles de momento, por lo que se descarta su debut el domingo ante Always Ready en El Alto.
En cambio, los extranjeros que sumó: el uruguayo Jonathan Lacerda y el venezolano Arquímedes Figuera, al estar “inscritos en el club (para la Copa Sudamericana) ya podrían jugar los torneos locales sin requerir una segunda habilitación”.
Recurre al TAS
Blooming informó que la FIFA ya les rechazó tres veces las solicitudes para levantarles la sanción.
Por ese motivo decidió acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS por sus siglas en francés) al considerar que con el pago realizado a Tavares el problema ya está resuelto.
La dirigencia espera que hasta el viernes haya alguna respuesta favorable o como máximo hasta el próximo martes.
Enoumba, Haquin, Villarroel y Melgar ya se entrenan con el primer plantel.