El vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) Edwin Callapino ha declarado que va a pedir la “expulsión de cualquier dirigente que quiera dividir al fútbol boliviano”.
En el caso que le ocupa se trata de una apreciación cuando menos equivocada, desacertada y fuera de contexto. Callapino está confundiendo las cosas si, en realidad, a lo que apunta es a una sanción disciplinaria contra alguien que, desde su punto de vista, ha contravenido las normas y los códigos.
Acusó directamente a Marcelo Claure. El dirigente de la FBF interpreta que, por un mensaje probablemente salido de tono lanzado a través de las redes sociales con relación puntualmente a un tema, el presidente de Bolívar estaría buscando romper la “unidad” que, según Callapino, se ha formado en torno a la gestión actual encabezada por Fernando Costa.
Así como el vicepresidente de la FBF le está exigiendo correctamente a Claure demostrar que “hay alguien detrás del VAR” supuestamente perjudicando a Bolívar, él va a tener que también probar su ligera conclusión de que el empresario está conspirando para dividir al fútbol nacional.
Está confundido. Se trata de dos cosas absolutamente diferentes, una no tiene nada que ver con la otra.
Lo correcto sería que, la persona, club o instancia que se considere afectada por lo escrito o dicho, ya sea de autoría de Claure o de cualquier otra persona relacionada con el fútbol que supuestamente esté vulnerando los códigos disciplinarios, sea llevada a un debido proceso en las instancias correspondientes.
El hacer un aspaviento como el actual está completamente reñido con la ética. Para cumplir con la norma no se necesita más que presentar la denuncia correspondiente y seguir el proceso hasta conocer la resolución definitiva.
Callapino ha equivocado el camino realizando torpes declaraciones a título personal, según ha dicho.
Ante ello, la FBF mínimamente debería llamarlo a la reflexión, encausar el caso por el camino correspondiente y cuidar la unidad que construyendo. No vaya a ser que emerjan señales negativas vulnerando el derecho que tienen los que piensan diferente.