El entrenador de Palmeiras Abel Ferreira, quien trajo a La Paz un plantel alterno para enfrentar a Bolívar en el inicio de la Copa Libertadores de América, se quejó de haber encontrado a “tres rivales”: la altura, la Academia y los árbitros, aunque hizo mucho énfasis sobre el tener que “soportar” los 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Sus declaraciones se dieron tras la derrota sufrida a manos de la Academia (3-1) el miércoles por la noche en el estadio Hernando Siles por la primera fecha del Grupo C de la Copa Libertadores de América.
“Tuvimos dificultades, pero no fue solo la altitud. Entramos bien al juego, teníamos una estrategia. Hicimos el primer gol y tuvimos oportunidades de marcar el segundo y el tercero. Tuvimos muchas ocasiones en el primer tiempo. Luego, un tercer equipo (los árbitros) nos hizo mucho daño. Es cierto que cometemos errores que tenemos que corregir, pero es difícil ir detrás de un rival que está acostumbrado a jugar así”, sostuvo en conferencia de prensa.
Su cuestionamiento a los jueces del partido fue por la primera tarjeta amarilla de Jailson, quien fue expulsado más tarde por otra amonestación y mermó su desempeño en la cancha. También reclamó sobre una incidencia con Mayke.
“El árbitro fue muy estricto en los primeros minutos, todas las faltas que hacían mis jugadores las marcaba. Y eso es lo que le dije al árbitro asistente. Estuvo tan riguroso en los primeros minutos que esperaba que anotara más, pero no tenía el mismo criterio (con Bolívar). Si estoy frente a Jailson, que no pudo ver si golpeó su mano y aun así le sacó roja, debería haberlo hecho en la jugada de Mayke. Le pido que vaya a revisar el pie de Mayke. Hay varios factores que justifican un juego de muchos eventos aleatorios y ahí estuvo nuestro demérito. El oponente tuvo su mérito, no tuvo nada que ver con el tercer elemento, que fue un mal arbitraje”.
También se refirió a el tener que jugar en un estadio que está en la altitud porque reveló que él mismo sufrió dolores de cabeza por dos días desde que llegó a La Paz.
“Estaba en el hotel hoy (por ayer) y un invitado estaba diciendo ‘cómo era posible venir a jugar aquí a esa altura. ¿No crees que es demasiado sufrimiento?’ Yo no soy quien lo organiza, lamentablemente la Conmebol solo sacó el calendario una semana antes y tuvimos que organizar este viaje en tres patadas. Debo permanecer en silencio, no puedo decir todo lo que pienso sobre la organización de eventos. Hay cosas que necesito aceptar como todos los demás, siempre ha sido así y vamos a seguir así”.