Tenistas profesionales bolivianos, como es el caso de Federico y Noelia Zeballos, Alejandro Mendoza, Boris Arias y Diego Chávez, han vuelto a las prácticas en cancha, gracias al desconfinamiento y las medidas de bioseguridad.
Federico Zeballos fue el que peor la pasó durante la cuarentena, pues a la falta de entrenamiento se sumó una cirugía por peritonitis en mayo.
Con el tratamiento posterior y la recuperación perdió ocho kilos.
“Estoy entrenando hace dos semanas y media. La última subí bastante la intensidad y ya estoy haciendo entrenamientos completos de tenis. Ahora lo único que falta es empezar con lo físico, es decir, gimnasio, potencia, explosión”, indicó Federico, ya recuperado.
Noelia, hermana menor de Federico, se entrena desde hace un par de meses con su padre Freddy, quien es el que los prepara.
“El primer mes empecé de a poco, con media hora o una hora de entrenamiento al día porque al estar parada cinco meses no puedes regresar de golpe. La parte física la tenía bajísima, estoy tratando de recuperar de a poco y estoy viendo de ir a un gimnasio”, señaló la tenista.
Mendoza aprovechó el principio de la cuarentena en el país para ponerse bien físicamente; sin embargo, todo ese esfuerzo se cayó cuando su familia y él contrajeron la COVID-19.
“Hace dos meses ya había empezado a hacer tenis, tenía planificado ir a competir, pero me contagié del virus, al igual que toda mi familia. La pasamos muy mal, a mí me dio fuerte y hace dos semanas volví a entrenar”, contó.
A mediados de julio Arias se fue a Tampa, Florida, invitado para participar en algunos partidos de exhibición con remuneración económica y al mismo tiempo seguir con su entrenamiento.
“Al principio estuve casi tres semanas, luego me fui a jugar un torneo a Pensilvania para después regresar a principios de septiembre”.
Chávez, quien radica en Bilbao, España, desde sus 12 años, volvió al trabajo a principios de mayo.
“Luego de tres semanas no me sentía motivado porque no se sabía si iban a haber torneos, entonces comencé a trabajar de entrenador en julio y agosto. Eso me ayudó a ver el tenis para divertirme y me devolvió las ganas de competir”.
Así volvió a la competencia hace tres semanas y recientemente se llevó el título por sexta vez del Campeonato de Euskadi Absoluto 2020.
Los tenistas bolivianos esperan participar en algunos torneos profesionales en lo que resta del año; sin embargo, para los que viven en América la situación es complicada porque no hay un calendario para esta parte del mundo.