Jaime Arrascaita fue una fortaleza en persona en la cancha del Bicentenario de Villa Tunari. A los 90 minutos seguía corriendo como si fuera el comienzo del partido. El desgaste físico había sido tremendo, pero él lo disimulaba muy bien.
Fue la figura de The Strongest y del partido que el Tigre ganó ante Palmaflor. Destacó por la fuerza y vigor que puso en los casi 30 grados centígrados de temperatura del Chapare valluno, donde la humedad era virtualmente del 100%.
En los minutos de adición, Arrascaita, bien parado dentro del área grande como un zaguero más, rechazó la pelota de cabeza defendiendo la victoria atigrada en condiciones adversas. No se corrió a ninguna exigencia.
En el transcurrir del partido se paró donde era más necesitado: al comienzo, cuando Jeyson Chura inició los ataques, estuvo en el área contraria; después, con Palmaflor manejando la pelota, bajó al medio sector a contener; y en la recta final, en instancias en que el rival se venía encima, se metió cerca de su arquero para defender.
Arrascaita fue el abanderado de una columna vertebral que The Strongest mantuvo y que evitó que le llegaran con demasiado peligro al debutante golero Rodrigo Banegas, quien respondió bien en las veces que fue exigido.
El grupo fortificado pasó también por lo que hicieron en el centro de la defensa Adrián Jusino y Gonzalo Castillo; en el medio Álvaro Quiroga y Luciano Ursino; y adelante sobre todo Jeyson Chura, otro de gran despliegue físico para encabezar el juego de mitad de cancha para adelante que llevaban Michael Ortega y Junior Arias.
El técnico Ismael Rescalvo otra vez acertó con los cambios, porque la inclusión de Ismael Isnaldo fue importante por la banda izquierda, en especial en la jugada del gol, que la terminó Gabriel Sotomayor, otro que ingresó en el segundo tiempo.