Francia, jugando en un alto nivel liderada por un gran Kylian Mbappé, dio otro paso en procura de retener el título mundial con un triunfo en octavos de final sobre Polonia (3-1), este domingo en Doha, y ya está entre las ocho mejores selecciones de Catar 2022.
La campeona defensora de la corona lograda en Rusia 2018 hizo la diferencia con las anotaciones de Olivier Girourd a los 44 minutos y de Kylian Mbappé a los 74 y 91, mientras el único descuento fue obra de Robert Lewandowski, de penal a los 99.
Francia se medirá en cuartos de final con la ganadora del encuentro entre Inglaterra y Senegal, que jugarán más tarde.
Polonia, atrevida
Fue al comienzo complicado superar a una Polonia atrevida y que en el primer tiempo tuvo una triple ocasión clarísima para abrir la cuenta, a los 37’, en una acción salvada in extremis por el arquero y defensa franceses.
Los polacos se pararon bien atrás y controlaron a los peligrosos hombres franceses.
La primera gran posibilidad fue de Francia, que se la perdió Giroud en la puerta del arco a los 28 minutos. Hasta entonces, los franceses tenían mayor posesión del balón y se insinuaban más en ofensiva.
Pasada la media hora, Polonia empezó sus ataques y a los 37 falló el gol que pudo haber cambiado la historia, mérito también del golero Hugo Lloris, al salvar el derechazo de Zielinski, y después de Varane, en la línea misma, a tiro de Kaminski.
Cuando más sufría Francia, apareció su ya máximo goleador histórico: Giroud puso el 1 a 0 con una buena definición luego de una gran asistencia de Mbappé a los 44’.
La superioridad francesa
En la segunda mitad, el control y contragolpes fueron las armas de Francia, mientras Polonia intentaba llegar al empate. En ese trajín, los franceses estuvieron siempre más cerca del segundo que de sufrir la igualdad.
Comenzó a ser determinando Mbappé con su habilidad y sobre todo velocidad, a ratos incontrolables para sus marcadores.
A la larga, fue él quien liquidó a Polonia con dos anotaciones.
La primera para el 2 a 0 fue con una frialdad de un gran goleador: tomó la pelota en el área, midió la distancia, vio al arquero y la mandó lejos con un derechazo.
Su doblete, a los 91, fue un golazo, porque ingresando por la izquierda hacia adentro, jalando marcas, encontró un espacio para tirar otra vez de derecha y muy lejos del arquero polaco, a pesar de la estirada de éste.
Para que no fuera goleada, el maquillaje llegó a los 99 minutos mediante un penal convertido por Lewandowski engañando a Lloris, quien instantes antes le había tapado el primer intento, pero adelantado, por eso el árbitro decidió que la acción tenía que repetirse.
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