1934
Sede: Italia
- El «Campionato Mondiale di Calcio» se realizó por primera vez en Europa y en la Italia fascista de Benito Mussolini.
- Uruguay no viajó a defender el título en respuesta al boicot que le habían hecho cuatro años atrás. Italia se consagró tras vencer a Checoslovaquia en la final.
- Entre los 16 competidores se dio la primera participación de un representante africano: Egipto.
En octubre de 1932 la FIFA decidió que el segundo Mundial de la historia del fútbol se jugaría en la Italia de Mussolini. Después de disputarse una fase previa, un total de 16 selecciones lograron el pasaporte para jugar en 1934 el Campeonato del Mundo.
Una de las selecciones que no participó fue Uruguay. El motivo no fue que no se clasificó en la fase previa, sino que decidió no asistir en protesta por el boicot que sufrió durante la celebración del Mundial de 1930, cuando muchos combinados decidieron no viajar hasta tierras uruguayas.
Las connotaciones políticas en el Mundial de Italia fueron muy especiales. El dictador fascista Benito Mussolini utilizó este campeonato como herramienta política para la causa e hizo todo lo posible para que la selección azzurra acabara llevándose el Mundial. Así, en cuartos de final Italia tuvo que sudar para eliminar a España, llegándose a disputar incluso un partido de desempate tras el 1-1 final. Se llegó a decir que los árbitros echaron una mano al combinado transalpino para lograr su objetivo. La sombra de Mussolini estaba presente. Italia sufriría también ante Austria y Checoslovaquia, que, pese a su gran fútbol, acabaría cayendo en la prórroga de la final.
La estrella
Ricardo Zamora, apodado El Divino fue considerado el mejor portero del mundo de su generación. Su condición física, su colocación bajo los palos y sus dotes de mano sobre sus compañeros le convirtieron en todo un ídolo. Para la historia dejó espectaculares zamoranas con el codo, estiradas hasta lugares casi imposibles y salidas llenas de valentía y arrojo con las que poner a prueba sus inseparables rodilleras. Mantuvo una dura rivalidad con el checo Frantisek Planicka, apodado El Gato de Praga por su agilidad felina.
El goleador
Nejedly, el delantero checo tardó 72 años en proclamarse el máximo goleador del Mundial de Italia. Y es que la FIFA reconoció oficialmente en noviembre de 2006 que Nejedly había marcado 5 goles durante el torneo y no 4 como en un principio se creía, lo que le permitió superar en la tabla de goleadores al alemán Conen y al italiano Schiavio.
La decepción
Argentina. La subcampeona del mundo se presentó en Italia con un equipo totalmente amateur ya que la Asociación de Clubes Profesionales se negó a prestar a sus mejores jugadores al no estar afiliada a la FIFA. Evidentemente, la albiceleste lo pagó muy caro y cayó en octavos de final ante Suecia.
La sorpresa
Austria. El Wunderteam maravilló a toda Europa con su juego rápido y veloz en el centro del campo. Liderada por el delantero Matthias Sindelar, conocido como el Hombre de papel por su tremenda plasticidad y elegancia en el juego, Austria acabó el torneo en cuarta posición tras perder contra Alemania por el tercer puesto.
El personaje
Poldi Kielholz, el delantero suizo fue el primer jugador que participó en un Mundial con gafas. A pesar de su miopía y de la fragilidad de sus gafas, Kielholz siempre fue un aguerrido delantero en el juego aéreo. Marcó tres goles, dos ante Holanda y uno más ante Checoslovaquia.
La renuncia
Uruguay renunció a defender su título mundial en Italia más como protesta por el boicot liderado por casi todos los países europeos, entre ellos Italia, en 1930 que como una manera de oponerse al régimen fascista de Mussolini.
Los estadios
Roma, Florencia, Milán, Bolonia, Genova, Nápoles, Trieste y Turín acogieron varios partidos durante el Mundial. La final se jugó en Roma, cuyo estadio fue rebautizado para el Mundial y pasó a llamarce Stadio del Partido Nazionale Fascista. Además, el estadio de Turín recibió el nombre de Stadio Mussolini.