Tomado de ole.com.ar
Todo comenzó a los ocho minutos del primer tiempo del partido entre Gimnasia y Boca Juniors: los humos que dejaban los gases lacrimógenos con los que la policía reprimió disturbios afuera y en parte dentro de la cancha impidieron seguir jugando el partido. Ya los jugadores se cubrían con la camiseta hasta que Néstor Gorosito debió entrar a la cancha. Allí el juez Hernán Mastrángelo paró el juego, los futbolistas se fueron a los vestuarios y varios hinchas salieron del estadio.
La represión comenzó fuera de la cancha porque, aparentemente, hubo gente que se alteró porque se habían cerrado las puertas del estadio cuando tenían interés de ingresar. Eso ocurrió a las 20.45, según informó un plateísta, que estaba con un menor de edad. «Nos tiraron las vallas encima», contó el hincha del Lobo.
Lo más grave: falleció una persona de 57 años, identificado como César Regueiro, de paro cardiorrespiratorio. El individuo había perdido la vida camino, en ambulancia, al hospital San Martín. Según informaron algunos medios locales, es alguien que jugó en las Inferiores de Gimnasia y en Villa San Carlos, otro club platense.
El ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, contó sobre Regueiro: «Aparentemente cuando estaba saliendo del estadio tuvo una descompensación cardíaca».
Hubo un episodio que habría sido el desencadenante: el empujón de un oficial de policía a una niña. Allí explotaron los ánimos. Además de gases lacrimógenos hubo balas de goma.
La gente empezó a dejar la cancha y la policía continuó la represión. Se vieron a muchos hinchas de Gimnasia dentro de la cancha, tapándose la cara por los humos. Incluso, la que continuaba en las tribunas, tenía los ojos sufriendo el ardor que le generaba el humo. Mucha gente prefirió esperar en la platea porque se sabía de la gravedad de los incidentes fuera del estadio.
Mientras había corridas fuera del estadio, continuaban los disparos, que se escuchaban dentro de la cancha. Incluso, muchos hinchas, que habían ingresado al campo de juego, se iban por el túnel de salida de los jugadores.
Los futbolistas de Gimnasia se alteraron especialmente dentro del vestuario porque empezaron a tratar de comunicarse con sus familiares que estaban en las tribunas. Esto, mucho de ellos con los ojos cerrados porque el humo los había afectado demasiado.
Según informó Eduardo Aparicio, titular de la Aprevide, había 10.000 personas que intentaban ingresar a la cancha. Además, aseguró: “Se investigará el accionar policial”.
El camarógrafo Fernando Rivero, de TyC Sports, recibió tres balazos de goma mientras grababa los incidentes. De todas maneras, está fuera de peligro.
Además, se informó que en las corridas muchos menores de edad perdieron el contacto con sus padres, lo cual generó muchos nervios, en pleno caos. Según contó Leonardo Morales, jugador de Gimnasia, un menor de siete años perdió la vista.
Hernán Mastrángelo dijo al retirarse, poco después de la medianoche: “La gente de la Aprevide se comunicó conmigo, no estaba en condiciones de jugarse y tomamos la decisión de suspender el partido. Sentí una tristeza profunda que un evento deportivo termine así. No volví al campo de juego. En el vestuario tuvimos que atender a mucha gente, le dimos agua. Había personas con chicos en brazos y no la pasamos nada bien”.
“No tengo información de cuándo se va a jugar. No lo resolvemos nosotros. Lo suspendimos a los nueve minutos del primer tiempo. Acataremos lo que digan la Liga y la AFA”, agregó.
El plantel de Boca recién a las 23.45 pudo dejar el estadio, siendo que la suspensión había sido dos horas antes. Ninguno quiso hablar con la prensa.
NR: Atlético Tucumán, donde juega el boliviano Carlos Lampe, se mantiene como líder del torneo con 44 puntos. Le sigue Boca con 42, pendiente su partido ante Gimnasia. El encuentro suspendido probablemente sea reprogramado para el 19 de octubre.