La final del torneo Apertura de la División Profesional, el domingo (16.00) entre The Strongest y Bolívar, se jugará en un repleto estadio Hernando Siles y con taquilla volteada, dada la expectativa creada este viernes.
Poco después de iniciada la venta de entradas, los revendedores ya hacían su negocio: un boleto de 60 bolivianos para la curva lo ofrecían a 160.
La Policía Boliviana se declaró, a través de su cuenta en la red social Facebook, en alerta ante cualquier denuncia de venta de entradas a precios elevados por considerar un “delito de agio”.
Enormes filas
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y los clubes decidieron que el procedimiento sea presencial y en distintos puntos de la ciudad, entre ellos, las boleterías de Preferencia del estadio Hernando Siles.
Enormes filas de aficionados se formaron en todas partes desde temprano. La venta comenzó a las 16.00, pero muchas horas antes la gente ya estaba esperando su turno.
Personas ya con boleto en mano contaron que ¡por fin! pudieron adquirir sus localidades después de al menos unas 10 horas de espera en inmediaciones del estadio de Miraflores, el lugar más concurrido.
The Strongest también habilitó la venta para aficionados en general en el estadio Rafael Mendoza de Achumani, en la sede de la Colón y en el Megacenter.
Bolívar optó por entregar puntos específicos solo para sus socios en las tiendas Bolivarmanía y en Puma de San Miguel. También tendrá la comercialización este sábado en el coliseo Don Bosco, donde se realizará su Asamblea Extraordinaria.
Negocio para revendedores
Mucha gente reclamó en las redes sociales el que no se hubiera optado por la venta a través de internet y que ello diera lugar a la presencia de revendedores, lo que ocasionó desorden y confusión en diversos lugares.
“Hay mucho revendedor en las filas y están adelante. Lo lamentable es que les están vendiendo muchas entradas a ellos”, se quejaba un aficionado.
Según boleteros en el Siles, la instrucción era vender un máximo de cinco por persona.
En Miraflores había gente que, ya cerca de las boleterías, ofrecía sus “servicios” a otras personas para comprar por ellas, a cambio de un pago de 30 bolivianos por cada entrada. No faltaban los que aceptaban.
Poco después de las 20.00, la atención en el Siles fue interrumpida con el argumento de que el cupo previsto para esta jornada fue agotado. Las boleterías volverán a ser abiertas a las 10.00 del sábado.
Hubo gente que no quería moverse después de haber hecho fila por varias horas. Los mismos aficionados se organizaron para repartir fichas con nombre y apellido, a fin de que se respete el orden al día siguiente; además, crearon grupos para hacer turno toda la noche.
El jueves, la FBF y los clubes informaron la disponibilidad de 36.000 entradas (curvas a Bs 60, general a 90, preferencia a 150 y butaca a 220). Para esta ocasión los abonos no tendrán validez y tampoco habrá cortesías ni invitaciones.