Cuando se lo creía muerto y lo estaban por enterrar, el Real Madrid se levantó de la tumba, hizo lo que parecía imposible remontando en los últimos minutos del tiempo regular y, en el alargue, marcó la diferencia para vencer al Manchester City (3-1), logrando una espectacular clasificación a la final del la Champions, en la que se medirá con el Liverpool por el título de Europa.
El City llegó al Santiago Bernabeu con la ventaja de haber ganado en la ida por 4 a 3, por ello le bastaba el empate para ser finalista y rozó en ese intento. El Madrid tenía que ganar sí o sí.
El cero a cero marcó más de 70 minutos en los que, por más ataques que tuvo, el equipo español no pudo abrir la cuenta, aunque dispuso de pocas oportunidades reales; es más, el inglés tuvo alguna ocasión muy cerca de poner el resultado a su favor.
El Manchester City halló mucho más premio con el gol de Mahrez a los 73 minutos. Ganando ida y vuelta empezaba a instalarse en la final de Paris.
Pero el Real Madrid volvió a protagonizar un heroico final con dos goles seguidos de Rodrigo, a los 90 minutos cacheteando un centro de Karim Benzema y a los 91, de cabeza, y dio vuelta el marcador forzando a un alargue para la definición.
Poco después de comenzar el periodo de media hora extra, el Madrid —que se había ido con todo al ataque— halló un penal, por clara falta en el área, que Benzema transformó en el gol de la victoria a los 95.
El equipo del técnico Carlo Ancelotti, flamante campeón de la Liga de España, cuidó el resultado ante los desesperados intentos del cuadro de Josep Guardiola, hasta la explosión final de algarabía de los blancos, por una vez más en una final del mayor torneo de clubes de Europa.
El partido por el título se jugará el sábado 28 de mayo en el Saint-Denis de París, en Francia.