La visita de Always Ready a Boca Juniors parecía encaminada a terminar con un mínimo daño, solo por un gol de diferencia, pero un descuido en la última jugada provocó el 2 a 0 final en el quinto minuto de adición. Aun así, la banda roja evitó algo peor en el segundo tiempo, en el que se defendió jugando con uno menos ante un rival muy superior, este martes en el estadio la Bombonera de Buenos Aires por la segunda jornada del grupo E de la Copa Libertadores de América.
Frente a un Boca que no pasa su mejor momento, pero que mereció ganarle y tal vez por un score más abultado por las ocasiones generadas, el equipo boliviano casi no tuvo chance en lo futbolístico para aspirar a un mejor resultado, y menos desde la roja directa a Rodrigo Ramallo a los 42 minutos que lo dejó condicionado y cojeando.
Boca equilibró la llave en la que ahora hay tres equipos con 3 puntos cada uno: Always Ready, el xeneize y el colombiano Deportivo Cali, que el miércoles visitará al brasileño Corinthians. Hasta el momento todos los equipos que jugaron como locales ganaron y lo hicieron con el mismo resultado: 2-0.
El gol de apertura y poco más
Always vivió tranquilo poco más de 10 minutos. En ese tiempo Boca era inofensivo. Es más, fue la banda roja la que produjo los primeros ataques. Juan Carlos Arce lanzó el primer córner, Gustavo Cristaldo fue bloqueado por el árbitro asistente en una incómoda banda cuando tenía chances de escapar, mientras que Marcos Riquelme remató un tiro libre que hizo pegar en la barrera.
Un movedizo Exequiel Zeballos le empezó a cambiar la cara a Boca Juniors en ofensiva, hábil por la zurda. Por ahí comenzó a despertar, aunque sin ser gran cosa, el equipo argentino. Empezó a dominar.
A los 20 minutos el control ya era del local y surgían los primeros ataques con riesgo.
A los 24 llegó el 1 a 0. Zeballos recibió un pase, cuidó la pelota y se acomodó, luego lanzó un centro entre tres rivales y Darío Benedetto, que acompañaba la jugada, empujó el balón al fondo. El golero Arnaldo Giménez también había quedado en el camino.
Always Ready intentó una tibia reacción, pero quedó en eso. Tampoco Boca hizo mucho después del gol. Como que se contuvo y también porque la banda roja se cerró bien y no le dio espacios.
La bisagra
Pasados los 40 minutos hubo una gresca que fue como una bisagra en el partido. El árbitro uruguayo Gustavo Tejera expulsó a Ramallo y dejó con uno menos al cuadro de Eduardo Villegas, a quien echó también en el segundo tiempo. Ya no iba a ser posible que el conjunto boliviano peleara al menos de igual a igual.
Ramallo había empujado a Frank Fabra y después, por querer pegarle a la pelota le dio en el rostro a su rival tendido en el piso. De milagro no lo lesionó.
Gastón Ávila empujó a Ramallo y se armó el lío entre todos que duró unos tres minutos. Dos de Boca, Ávila y Benedetto, solo vieron la amarilla, cuando en realidad al menos uno de ellos tuvo que irse también a las duchas.
La goleada que no fue
El segundo tiempo fue todo de Boca, que hizo pesar la diferencia numérica y poco a poco apretó y fue metiendo en su cancha a Always. Al equipo de El Alto no le quedaba otra que refugiarse y tratar de que no le hicieran más goles.
Arnaldo Giménez empezó a ser más requerido y el golero de la banda roja respondió bien al menos un par de veces.
En otras, los xeneizes se perdieron más de una ocasión para ampliar el score. Hubo un cabezazo de Eduardo Salvio apenas desviado y otra jugada personal de él mismo, aunque su tiro también raspó uno de los parantes.
Boca no desistió de atacar. Iba mucho por las bandas y lanzaba centros, pero no generaba peligro por el medio. En una que intentó, Salvio le pasó a Oscar Vásquez, éste tiró fuerte y Giménez puso firmes las manos para bloquear.
Vásquez también tuvo otra tirando de afuera, muy cerca del parante izquierdo.
La pelota siempre iba al área de Always Ready, “coqueteaba” pero no entraba en el arco. En gran medida porque también Jiménez respondía bien.
A los 95, Boca tuvo una más, un lanzamiento de esquina que Benedetto, de cabeza, embocó para el 2 a 0 final, para hacer un poco más justa su victoria.